Fragmentos y comentarios que describen animales pequeños.
La ardilla es un animalito precioso, dócil, bien educado y muy adorable.
Tienen rostros delicados, ojos brillantes, cuerpos fuertes, extremidades vivaces, muy ágiles y alertas. La carita exquisita se ve particularmente hermosa con una hermosa cola en forma de borla; la cola siempre está levantada hasta la cabeza y el cuerpo se esconde debajo de la cola para refrescarse. A menudo se sientan erguidos y usan sus patas delanteras para llevarse la comida a la boca, tal como lo hacen las personas con las manos. Se puede decir que las ardillas son las que menos se parecen a las bestias de cuatro patas.
Las ardillas no se esconden bajo tierra. Suelen moverse en lugares altos. Viven en los árboles como los pájaros y corren por todo el bosque, saltando de árbol en árbol. Hacen nidos en los árboles, recogen frutas, beben rocío y sólo bajan al suelo cuando los árboles son arrastrados con demasiada fuerza por el viento. Las ardillas no se encuentran en los campos ni en las llanuras. Nunca se acercan a las casas de las personas, ni se quedan en árboles pequeños. Sólo les gustan los bosques grandes y viven en árboles altos. En una clara noche de verano, se puede escuchar el sonido de las ardillas saltando y gritando en los árboles, persiguiéndose unas a otras. Parecen tener miedo de la luz solar intensa. Se esconden en sus nidos para refrescarse durante el día y salen por la noche para practicar correr, jugar y comer. Aunque también capturan aves, no son carnívoros. Suelen comer almendras, avellanas, hayas y castañas de roble.
Las ardillas no se atreven a meterse en el agua. Algunas personas dicen que cuando la ardilla cruza el agua, utiliza un trozo de corteza como barco y su cola como vela y timón. Las ardillas no permanecen dormidas en invierno como las ratas de montaña. Están muy alerta siempre que alguien toque las raíces de un árbol, saldrán corriendo de sus nidos, se esconderán debajo de las ramas o escaparán a otros árboles. Las ardillas corren y saltan muy rápidamente. Siempre avanzan con pequeños saltos, a veces incluso saltando. Sus garras son tan afiladas y sus movimientos tan ágiles. Treparon a un árbol alto y liso en un instante. El grito de la ardilla es muy fuerte, incluso más estridente que el de la comadreja. Si alguien los ofende, emitirán un sonido de tristeza y odio.