El mercado de la iluminación por semiconductores
Actualmente, las empresas de semiconductores que producen diodos de luz azul en el mundo han formado alianzas con fabricantes de bombillas establecidos para apoderarse de lo que se puede decir que será el mayor mercado de iluminación del futuro. Por ejemplo, HP en Estados Unidos ha unido fuerzas con Nichia de Japón y Siemens de Alemania; Cray Corporation de Estados Unidos y Siemens de Alemania han unido fuerzas con Oslin de Estados Unidos y General Motors, etc. Tenga en cuenta que la empresa alemana Oslin y la estadounidense General Electric se encuentran entre los tres mayores fabricantes de bombillas del mundo. Por lo tanto, las lámparas de iluminación semiconductoras han desafiado ahora a las lámparas incandescentes tradicionales.
Las lámparas semiconductoras tienen todas las ventajas de ser compactas, confiables, de larga duración, de bajo voltaje, ahorradoras de energía y de bajo consumo. Las bombillas normales solo se pueden utilizar durante 1000 horas, mientras que las lámparas LED blancas de GaN se pueden utilizar durante 100.000 horas. Se puede decir que una vez instaladas en la vida de una persona, ¡no será necesario reemplazarlas nuevamente! Además, las lámparas semiconductoras consumen sólo entre el 10 y el 20% de la energía de las lámparas incandescentes. El mayor problema actual es que el precio sigue siendo demasiado caro. Un diodo emisor de luz blanca de 2 cd tiene un precio de 0,95 dólares estadounidenses. Pero el precio es sólo cuestión de tiempo, a juzgar por el desarrollo de los circuitos integrados y sus reglas de reducción de precios, se puede predecir que no pasará mucho tiempo antes de que las lámparas semiconductoras alcancen un precio que la gente común esté dispuesta a aceptar.
Por lo tanto, el autor cree que este es un importante evento de revolución electrónica que merece atención a lo largo del siglo. No son sólo las alturas dominantes del campo de la alta tecnología las que los expertos científicos y tecnológicos están luchando por aprovechar, sino también un campo de batalla para que los empresarios obtengan enormes beneficios.