¿Por qué recibí un mensaje de texto de emergencia?
Creo que no es sólo envenenamiento.
"Estoy en estado crítico, ¡¡¡ayúdame!!!" ¿Este mensaje de texto muestra que fue enviado desde el número de teléfono de tu esposa? Quizás alguien hizo un truco y reemplazó el número de teléfono de su esposa por una máquina. Hacer tal esfuerzo sólo para amenazarte obviamente no es el objetivo final, y deberías tomar medidas más adelante. Esta frase está bien escrita, pero no se puede escribir en caso de emergencia y no hay un título como marido o mujer. Piensa que es obra de un criminal de carrera, pero que no cunda el pánico.
Tome las siguientes medidas:
1. Envíe el teléfono a un lugar seguro con antivirus e intente averiguar si está envenenado y qué tipo de virus es.
2. Le sugiero a su esposa que deje de usar ese celular. No sigas ganando dinero con la tarjeta todavía. Se detendrá automáticamente cuando se agote el dinero y el número se cancelará después de unos días. Cuando sucedió, todas las llamadas al teléfono celular de su esposa se manejaron de esta manera, porque si el criminal se determinaba al azar, podría estar borracho o podría estar tratando de obtener el número de teléfono de un familiar de ese número aleatorio para usarlo en otros crímenes.
3. Esté preparado para llamar a la policía en cualquier momento. Si conoces a alguien de la comisaría, pídele a alguien que te pregunte a qué se debe esta situación. ¿Qué debo hacer si lo vuelvo a encontrar?
4. Comprueba la relación entre los miembros de la familia para ver si hay alguien o algo que te ofenda. Usar el número de su esposa es aleatorio o intencional.
En resumen, mantente alerta y presta atención a los cambios; renuncia a tu número de teléfono original y elimina todos los números de teléfono de tu tarjeta y de tu teléfono móvil. Si el teléfono no se puede formatear, lo mejor es no usarlo más.
Se estima que los delincuentes no han comprendido completamente su situación, pero no vuelva a utilizar esos números de teléfono, ¡porque han sido atacados por delincuentes! Dejar el teléfono puede evitar que los delincuentes utilicen tácticas de alta tecnología y, en última instancia, evitar el desastre. ¡Dios lo bendiga!