¡Dios, lo hago!

Señor, estoy dispuesto a dedicarme. En esta era de deseos materialistas, estoy dispuesto a seguir tus pasos.

Señor, estoy dispuesto, estoy dispuesto a ir al lugar donde soy enviado, y estoy dispuesto a obedecer Tu voluntad en esta era de búsqueda del placer.

Señor, estoy dispuesto, estoy dispuesto a cumplir tu voluntad, y estoy dispuesto a dedicarme en esta era de demasiado autocuidado.

Señor, estoy dispuesto, estoy dispuesto a encenderme, estoy dispuesto a entregarme en esta época oscura.

Señor, estoy dispuesto a dejarme ir. En esta era llena de ego, estoy dispuesto a vivir la voluntad del Señor.

Señor, estoy dispuesto, estoy dispuesto a ser tu hijo e hija leales, y estoy dispuesto a serte leal en esta era tortuosa.

Señor, estoy dispuesto, estoy dispuesto a servir en el templo de Dios, y estoy dispuesto a dedicarme nuevamente en esta era desolada.

¡Dios, lo hago!

Yo sí. Sí.

¡Siempre y cuando lo haga por ti!