Citas clásicas de educación preescolar para maestras de jardín de infantes
Poner la felicidad de tus hijos en la virtud y la buena educación es el único camino fiable y seguro.
Toda educación parte de nuestra comprensión de la naturaleza de los niños.
La vida es educación, la sociedad es escuela y la enseñanza y el aprendizaje están integrados.
Es más fácil que los niños aprendan cualquier cosa cuando están felices.
El pensamiento de los niños se forma y desarrolla a través de actividades y operaciones. ——Psicólogo cognitivo Piaget
La educación de todos los niños debe seguir un principio, que es ayudar a los niños a desarrollarse física y mentalmente.
No se debe utilizar una disciplina estricta en asuntos relacionados con los deberes o la práctica literaria, sino sólo cuando las cuestiones morales se sientan peligrosas.
Para los niños, la responsabilidad de los padres y maestros es enseñarles a convertirse en niños y pueblos chinos modernos sanos, vivaces, conocedores, políticamente conscientes y prácticos.
Pero todas las materias deben usarse con precaución, y no tener otro fin que inducir a los estudiantes a hacer su propio trabajo.
La educación de una persona comienza desde el nacimiento, antes de que pueda hablar y escuchar a los demás.
Cuidar de cada niño, su crecimiento es mi mayor felicidad.
Las personas son como la cerámica. El prototipo de vida se forma cuando son jóvenes, y la infancia es como el barro con el que se elabora la cerámica. Qué dimensiones adquirirán según la educación que reciban.
La vida de una persona se basa en lo que le enseñaron en la infancia, por lo que, a menos que el corazón de todos se cultive en la infancia y pueda hacer frente a todos los accidentes de la vida, se perderá cualquier oportunidad.
Incluso un genio que llora por primera vez al nacer es como un niño normal y nunca se convertirá en un buen poema. Como es ingenuo, morirá si se convierte en ladrón.
Los niños deben recibir una buena educación. Esta es la responsabilidad y preocupación de los padres comunes. La felicidad y la prosperidad del país también dependen de que los niños reciban una buena educación.
El surgimiento inicial de las habilidades de los niños es particularmente valioso. La forma en que guiamos las tendencias naturales de los niños en la etapa temprana puede fijar los hábitos básicos del niño y determinar la tendencia de sus habilidades posteriores.
El arte de enseñar no radica en impartir habilidades, sino en inspirar, despertar y animar.
El verdadero arte es una de las fuerzas impulsoras más poderosas del progreso humano. Aquellos que pueden acercar al mayor número posible de personas al verdadero arte son los que benefician a la humanidad.