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El granjero y el pepino

Una vez, un granjero fue al jardín del dueño del huerto para robar pepinos. Se subió al puesto de pepinos y pensó para sí mismo: "Si tomo una bolsa de pepinos y los vendo, y luego uso el dinero para comprar una gallina. La gallina pondrá huevos para mí, los incubará y muchos polluelos nacerán". Alimentaré a las gallinas, las venderé y compraré una cerda. Cuando la cerda crezca, me dará una camada de lechones. Yo venderé los lechones y compraré una yegua, y la yegua me dará una camada. Después de criar a los potros, puedo comprar una casa y un huerto. También necesito contratar algunos jardineros para que vigilen los pepinos, y sólo tengo que caminar por el huerto de melones y gritar: "Oye. ¡Deben tener más cuidado!" /p>

El granjero estaba tan perdido en sus pensamientos que se olvidó de que estaba en el huerto de otra persona y gritó fuerte. Cuando el jardinero escuchó los gritos, corrió y golpeó al granjero.