¿Islandia obtuvo honores para su pueblo al inicio del Mundial?
Dos años más tarde, la selección islandesa presente en Rusia siguió haciendo historia. Accedieron a la fase final de la Copa del Mundo por primera vez, estableciendo un récord para el equipo con menor población en la final.
Para Islandia, enfrentarse a la poderosa Argentina en su primera final de un Mundial es a la vez un desafío y una bendición. De más está decir que los desafíos que plantea la selección Argentina con Messi, Agüero y Di María, y las "Águilas de la Pampa" son también una excelente "piedra de toque" para poner a prueba la calidad de este nuevo equipo mundialista.
El seleccionador de Islandia, Hal Grimsson, tiene plena confianza en este equipo. Antes del partido contra Argentina, no creía que llegar a los cuartos de final de la Eurocopa y al Mundial fuera tan mágico como decían los forasteros. También puso su mirada en la clasificación del grupo.
El 16 de junio en el estadio Spartak, el conocido "Barco Vikingo" volvió a sonar. Los 11 jugadores islandeses en la cancha luchan por las 330.000 personas que los respaldan. Argentina, con su delicado juego de pies, se enfrentó a Islandia con sus fuertes cuerpos. Dos estilos técnicos completamente diferentes chocaron en la cancha. Los islandeses no se pararon frente a la portería, pero amenazaron audazmente a la defensa argentina con contraataques.
“Parar ese penal fue un sueño hecho realidad para mí. Hice muchos deberes y vi muchos penales que había lanzado Messi, y también había visto los penales que había enfrentado”, ja. Erdosson habló después del partido sobre esa parada crucial. El equipo islandés estaba claramente mejor preparado. Aunque Agüero marcó el primer gol, no mostraron nervios y empataron apenas cuatro minutos después.
Frente a la defensa islandesa, a los jugadores de la línea ofensiva argentina encabezados por Messi les costó enviar el balón al interior. Messi, que tiene una excelente capacidad de regate, juega principalmente solo y es difícil establecer una cooperación efectiva con sus compañeros de equipo. La selección de Islandia sabe que la defensa individual no puede limitar el éxito de Messi. Después del partido, los jugadores islandeses se acercaron a los fanáticos y el "Grito de guerra vikingo" volvió a resonar en el estadio Spartak. La compañía de sus familias y el apoyo de su afición se han convertido en una poderosa motivación para seguir adelante y lograr su objetivo de clasificarse al grupo. El primer punto en la historia del Mundial estuvo dedicado a 330.000 personas en Islandia.