Composición Rugao Isla Dorada
Sentado en el coche, un fuerte olor a primavera llega a mis fosas nasales. De los árboles a ambos lados del camino han brotado capullos verdes. El viento no sabía qué chiste contaba una pequeña hierba, pero la hierba se balanceaba de risa, ¡una escena de prosperidad!
Cuando nos bajamos del autobús, lo primero que visitamos fue el museo, que se divide en dos categorías: el Museo de Historia y el Museo de Historia Natural. Tan pronto como entré por la puerta, me sorprendió su majestuoso impulso. Había muchos patrones realistas grabados en la firma. Muchas figuras de arcilla en el museo son realistas. Algunas están tensando sus arcos y colocando flechas, apuntando al objetivo; otras parecen estar mirando a lo lejos... Siguiendo al equipo, frente a mí se muestran muchos instrumentos antiguos, como por ejemplo. ábaco, balanzas y otras cosas indescriptibles. Más adentro, vi un modelo de una calle antigua vibrante y extraordinaria. La gente en la calle está muy ocupada, algunos están ocupados vendiendo, otros comprando y otros regateando. En la pequeña granja, todos están ocupados cultivando y tejiendo. Todo parece tan armonioso. En cada casa cuelgan faroles rojos y todos tienen una sonrisa en la cara, como en el Año Nuevo chino. Sin embargo, seguí caminando hacia adelante y vi otra imagen: frente a una pequeña cabaña, había un gran grupo de personas, y varios japoneses estaban golpeando a una persona común y corriente. Esto también mostraba las dificultades de la vida de la gente común en ese momento. Para expulsar a los fascistas japoneses de China, tuvimos que lanzar una guerra. Mirando estas esculturas de arcilla, no pensé demasiado...
Cuando llegamos al Museo de Historia Natural, quedé profundamente impresionado por las alas extendidas del águila, el lindo conejito y el cerdo torpe.
El tiempo ha pasado y toca volver atrás.
En el camino de regreso, no pude evitar decidir en secreto estudiar mucho y contribuir a Rugao y a la sociedad en el futuro.