La arqueología tradicional se divide principalmente en tres procesos: proceso de descubrimiento, proceso de cotejo y ().
La abreviatura de "arqueología de campo" fue propuesta oficialmente a principios del siglo XX. La arqueología de campo en ese momento se centraba principalmente en la investigación de ruinas y reliquias en el terreno, basándose en mapas para la investigación y, a veces, mapeando mapas basados en los resultados del estudio como adjuntos a los registros. Después de eso, la arqueología de campo en todo el mundo se centró en la excavación, el objeto y el alcance de la investigación se ampliaron, los métodos mejoraron gradualmente y la tecnología avanzó rápidamente. Se utilizaron uno tras otro varios métodos de las ciencias naturales y muchos equipos mecánicos se utilizaron como herramientas para la investigación y la excavación.
El nombre "arqueología de campo" de arqueología de campo fue propuesto formalmente a principios del siglo XX. Sin embargo, la arqueología de campo en ese momento se centraba principalmente en la investigación de ruinas y reliquias en el terreno, basándose en mapas para llevar a cabo las investigaciones. A veces, los mapas se dibujaban basándose en los resultados de la investigación como archivos adjuntos a los registros. Desde entonces, la arqueología de campo en todo el mundo se ha centrado en la excavación, con los objetos y el alcance de la investigación en constante expansión, los métodos mejorando gradualmente y la tecnología avanzando rápidamente. Se utilizaron uno tras otro varios métodos de las ciencias naturales y muchos equipos mecánicos se utilizaron como herramientas para la investigación y la excavación.
Utilice fotografía aérea y fotografía satelital, estudio magnético y estudio de georresistencia para encontrar reliquias y reliquias, use técnicas fotográficas especiales como fotografía infrarroja para mediciones y mapeo, tome muestras para análisis de polen y diversas dataciones físicas y químicas, y conducta Las reliquias excavadas se conservan en el sitio. , han ampliado la superficie de trabajo arqueológico del campo y fortalecido la tecnología.
Los objetos de investigación y excavación también se han expandido desde sitios residenciales generales y tumbas a varios sitios de gran escala como carreteras, puentes, zanjas, canales, tierras de cultivo, ciudades, puertos, hornos, minas, etc. , lo que convierte a los arqueólogos en tareas de investigación integrales e integradas que deben realizarse en colaboración con expertos de una variedad de disciplinas relevantes.