Un discurso de 500 palabras
Levantar la vela de la confianza En el vasto mar de la vida, necesitamos una vela que nos sirva de fuerza motriz, y esa es la confianza en uno mismo. Como nuestros corazones son iguales y pueden comunicarse, no tenemos por qué sentirnos inferiores. Aunque confianza e inferioridad son sólo una palabra, sus significados son bastante diferentes. La confianza es el sol, la costa y el cielo azul, que pueden enviarte por el camino del éxito; la inferioridad son las nubes, las rocas y las tormentas, que pueden empujarte desde la avenida del sol hacia el abismo sin fondo. Jane Eyre, una niña fea, sufrió innumerables penurias cuando era niña. Fue golpeada e insultada de vez en cuando, pero debido a su confianza en sí misma, se embarcó nuevamente en una vida hermosa. También deberíamos tener más confianza, porque vivimos en una época tan buena y en un entorno tan bueno, ¿por qué deberíamos renunciar a nosotros mismos? Hablemos de Einstein, un gigante de la ciencia. Cuando era niño, sus profesores lo llamaban "retrasado mental", pero su madre siempre lo animó, lo que le permitió recuperar la confianza y convertirse en un "gigante". Sin el apoyo de su madre y su confianza en sí mismo, es posible que no hubiera existido la "Teoría de la Relatividad" y "E=mc2". Leí una obra de teatro corta, que era un diálogo entre Dios y una persona con baja autoestima. Había una línea que nunca olvidaré. Dios dijo: "¡Levántate! Eres único. Sin ti, tus familiares tendrán problemas para dormir y comer, y tus amigos estarán tristes. Sí, todos somos únicos". Nadie puede reemplazarte. Por tanto, no tenemos que renunciar a nuestro futuro por pequeñas cosas, ni tenemos que sentirnos inferiores porque otros sean mejores que nosotros. Todos somos los novios de nuestros padres, por eso debemos dejar que el ángel de la confianza venga a nuestro lado y dejar que las alas de la confianza nos lleven a un futuro mejor. La confianza en uno mismo de la que hablo aquí no se trata de orgullo o superioridad moral. Se trata de adoptar apropiadamente las opiniones de otras personas para mejorar uno mismo basándose en creer en uno mismo. La confianza es un ángel, te permite tener un diálogo igualitario con Dios. La confianza no es arbitraria ni orgullosa. La confianza puede ser un breve "yo puedo" o una sonrisa relajada. La inferioridad es enemiga de la confianza en uno mismo, y la confianza en uno mismo puede vencer la inferioridad. Amigos, si siempre tienen una expresión sombría en su rostro y les resulta difícil sonreír con confianza, piensen detenidamente en sus propias fortalezas. No son peores que los demás, porque también tendrán fortalezas, éxito y belleza. . Deberíamos mirarnos al espejo todos los días, sonreír y decir "yo puedo hacerlo". Somos jóvenes y en la hermosa juventud debemos izar la vela de la confianza en el mar de la vida y dejar que te acompañe a través de una vida hermosa.