Sé generoso y lento en el trato con los demás.
Cuando nos enfrentamos a personas y cosas complejas, las dificultades son inevitables. Para afrontar bien las cosas se requiere capacidad y sabiduría. Atemperando las cosas uno puede cultivar la virtud y realzar la espiritualidad. Este artículo nos dice cómo salir adelante ante las dificultades.
“Cuanto más difíciles sean las cosas de manejar, más indulgentes debemos ser”. Las dificultades en las cosas pueden provenir de diferentes aspectos: la complejidad de la cosa misma, condiciones externas insuficientes, capacidades propias insuficientes, limitaciones de personal, etc. , estos deben analizarse con calma y solucionarse con paciencia. Si se apresura hacia el éxito, sólo traerá más obstáculos.
“Cuanto más fuerte sea la amistad entre las personas necesitadas”, cuanto más se lleve bien con las personas difíciles, más necesitarán ser amables, bondadosos, predicar con el ejemplo e influirse mutuamente. Al comienzo de la vida, las personas que son intrínsecamente buenas y difíciles de tratar se deben a que no han recibido una buena educación y no comprenden los principios de la vida. Debemos simpatizar con ellos y guiarlos hábil y convenientemente. La exclusión y el conflicto sólo despertarán el resentimiento de la otra parte e intensificarán los conflictos.
“Cuanto más urgentes sean las cosas, más debes retrasarlas”. Cuanto más urgentes sean las cosas, más debes ser amable y considerado. "Las reglas del discípulo" nos enseñan que "las cosas ocupadas conducen a muchos errores". Es inevitable perderse algunas cosas rápidamente, lo que hace las cosas más difíciles. Todo es reflexivo y reflexivo. Si es impetuoso, testarudo y está ansioso por triunfar, a menudo fracasará.
Apreciación de los refranes vernáculos