Lema de segundo grado sobre las ambiciones
De todos los seres vivos, ¿quién no ama la vida? Ama la vida al extremo y luego ama al grupo.
El camino lo hacen los pies, la historia la escriben las personas y cada paso de las acciones de las personas está escribiendo su propia historia.
La sociedad es como un barco y todos deben estar preparados para dirigirlo.
La vida no es un placer, sino un trabajo muy pesado.
Sólo dedicándose a la sociedad se puede encontrar el sentido a esa vida corta y arriesgada.
El valor de la vida no se mide por el tiempo, sino por la profundidad.
El valor de una persona debe estar determinado por lo que aporta, no por lo que obtiene.
Si quieres amar tu propio valor, tienes que crear valor para el mundo.
La vida debe ser como una vela, encendida de arriba a abajo, siempre brillante.
El valor de la vida se mide por el trabajo que una persona ha realizado para la época contemporánea.
La vida es vacía y aburrida sólo a los ojos de las personas aburridas.