Poesía moderna en Hong Kong, China
La bandera Union Jack que simboliza tu humillación ha estado colgada sobre tu cabeza durante cien años.
Parece que el pasado se ha olvidado en los juegos de tus hijos.
Pero,
tienes que pensar en las canciones de cuna de tu infancia,
antes de poder dormir tranquilo.
En el sueño,
Ya seas tú o tu madre,
sigue igual que antes.
Aunque no es colorido,
Aunque no hay luces brillantes,
Pero hay una especie de amor,
Es tiene una larga historia!
Nunca lo olvides,
Fueron las lágrimas de tu madre cuando te despidió.
Tan indefenso,
Tan desolado.
A mis ojos, no me rendiré,
¡Hija mía, Hong Kong!
Finalmente, cuando llega ese día,
Las flores de capullo rojo florecen brillantemente en tu cabeza.
Los fuegos artificiales llenaron el cielo,
iluminando el cielo nocturno tan brillante como el día.
Lo he estado esperando durante muchos años.
Sus lágrimas Los ojos llenos.
Todos cantan, miles de personas cantan:
¡Vete a casa, Hong Kong!
Han pasado diez años.
Has crecido vigorosamente al lado de tu madre.
Eres muy alegre y estás a la altura de las expectativas.
Esta noche,
Mamá volvió a encenderte fuegos artificiales,
Igual que hace diez años,
talentoso, talentoso.
En mi corazón,
Una voz resonó:
¡China, Hong Kong!