Colección de citas famosas - Mensajes de felicitación - ¿Por qué se dice que moler azulejos no puede convertirse en un espejo y que la meditación no puede convertirse en un Buda?

¿Por qué se dice que moler azulejos no puede convertirse en un espejo y que la meditación no puede convertirse en un Buda?

Pulir un azulejo no puede convertirlo en un espejo, y la meditación no puede convertirlo en un Buda. Es un proverbio popular, lo que significa que si sólo persigues la forma superficial y descuidas el cultivo de la fuerza interna, al final no lograrás los resultados esperados.

Moler los azulejos para convertirlos en espejos es un modismo, que significa usar los azulejos como espejos, lo cual es una metáfora de algo imposible. Este modismo proviene de la leyenda de las linternas Jingdezhen. Se trata de un maestro zen que pidió a sus discípulos que sostuvieran un espejo para contener agua. Como resultado, cuando los aprendices regresaron, encontraron que el espejo estaba roto porque no podía reflejar la imagen del agua. Por lo tanto, un albañil no puede convertirse en un espejo, lo que significa que si sólo persigues la forma superficial e ignoras la práctica interna, no podrás lograr nada verdaderamente.

Meditar para convertirse en Buda también es un modismo, que significa darse cuenta del verdadero significado del budismo durante la meditación y convertirse en un verdadero creyente en el budismo. Este modismo proviene de "Wu Guang Hui Yuan", que cuenta la historia de un maestro zen que alcanzó la iluminación mientras meditaba y se convirtió en un verdadero creyente en el budismo. Pero la meditación no es un acto simple; requiere cierta base espiritual y comprensión para lograr algo. Si simplemente imitas ciegamente las acciones de otras personas sin prestar atención a la práctica interior, entonces la meditación no puede ayudar a las personas a comprender verdaderamente la esencia del budismo.

En resumen, la afirmación de que moler un azulejo no puede convertirse en un espejo y meditar no puede convertirse en un Buda enfatiza la importancia del cultivo interior. Sólo mediante esfuerzos continuos y una práctica seria podremos realmente lograr algo.