Lo más tabú para los tutores es no estar de acuerdo.
Con el lema "Todo es por tu bien", a los niños no se les permite tener ideas propias, pero no están dispuestos a calmarse y escuchar su propio discurso. Si hay tiempo, los padres deberían escuchar los pensamientos internos de sus hijos en lugar de pedirles ciegamente que avancen de acuerdo con sus propias ideas.
La pareja tiene diferentes rumbos a la hora de educar a sus hijos. Una parte aboga por animar a los niños y despertar su confianza en sí mismos. Por otro lado, no es fácil elogiar a los niños cuando se les educa sobre la frustración. Creen que la educación represiva es mejor para los niños. Cuando los niños abandonen la sociedad en el futuro, no serán fanfarrones y la vida no los derrotará fácilmente. Ambas partes tienen sus propias opiniones y es difícil llegar a un acuerdo. Cada uno piensa que su manera es la mejor para el niño. ¿Cuáles son los hechos? Los niños reprimidos tienen una baja autoestima y cada vez menos confianza en sí mismos. Cuando completan una tarea difícil, escuchan la voz de la negación. ¿Realmente lo hice? La sombra del abuso parental está por todas partes.
Los maridos y las esposas están en la misma línea para educar a sus hijos, comunicarse entre sí y aprender de las fortalezas de cada uno, lo que puede ser beneficioso para el crecimiento saludable de los niños.