Colección de citas famosas - Frases elegantes - El lema de la derrota esEn los primeros años de la República de China, Yuan Shikai, que robó los frutos de la Revolución de 1911, promulgó la "Constitución de la República de China" para para lograr la dictadura, estipulando que "la educación nacional debe basarse en el Tao de Confucio como base del autocultivo". También llevó a cientos de funcionarios a montar una farsa de "sacrificio a Confucio". Los restos del feudalismo aplaudieron y algunos imperialistas también defendieron el "confucianismo como religión del estado" y "ningún arrepentimiento ni en el país ni en el extranjero". Hubo un feroz conflicto entre las viejas y las nuevas tendencias de pensamiento. A través de las lecciones del fracaso de la Revolución de 1911, algunos intelectuales progresistas decidieron que para establecer una república digna de ese nombre, el carácter nacional debía transformarse fundamentalmente y luego desencadenar un nuevo movimiento cultural. Promover la democracia y oponerse a la dictadura; promover la democracia y oponerse a la dictadura; promover la ciencia y oponerse a la superstición y la obediencia ciega; promover la nueva moral y oponerse a la vieja moral; Se trata de una lucha activa contra la contracorriente del respeto a Confucio y la restauración de costumbres antiguas.

El lema de la derrota esEn los primeros años de la República de China, Yuan Shikai, que robó los frutos de la Revolución de 1911, promulgó la "Constitución de la República de China" para para lograr la dictadura, estipulando que "la educación nacional debe basarse en el Tao de Confucio como base del autocultivo". También llevó a cientos de funcionarios a montar una farsa de "sacrificio a Confucio". Los restos del feudalismo aplaudieron y algunos imperialistas también defendieron el "confucianismo como religión del estado" y "ningún arrepentimiento ni en el país ni en el extranjero". Hubo un feroz conflicto entre las viejas y las nuevas tendencias de pensamiento. A través de las lecciones del fracaso de la Revolución de 1911, algunos intelectuales progresistas decidieron que para establecer una república digna de ese nombre, el carácter nacional debía transformarse fundamentalmente y luego desencadenar un nuevo movimiento cultural. Promover la democracia y oponerse a la dictadura; promover la democracia y oponerse a la dictadura; promover la ciencia y oponerse a la superstición y la obediencia ciega; promover la nueva moral y oponerse a la vieja moral; Se trata de una lucha activa contra la contracorriente del respeto a Confucio y la restauración de costumbres antiguas.