Inevitablemente encontraremos diversas dificultades y problemas en la vida. ¿Qué poemas y canciones solían utilizar los antiguos para iluminarnos?
Un poema para la iluminación: La desgracia deambula por el mismo camino, a veces le sucede a una persona y a veces a otra. El sufrimiento es como una nube oscura. Desde lejos está oscuro, pero cuando estás allí es simplemente gris.
La suerte no está exenta de miedo y problemas; la desgracia no está exenta de consuelo y esperanza. La desgracia puede ser el puente hacia la felicidad. El desastre es una verdadera piedra de toque para una persona. El sufrimiento templa a algunas personas y destruye a otras. El fuego ardiente refina el oro, la adversidad refina a los fuertes. Las cosas que me matan me hacen más fuerte. Las personas que nunca han experimentado la adversidad no conocen su propia fuerza. Un corazón noble debe soportar los desastres en lugar de evitarlos, porque soportar los desastres muestra una voluntad noble, y evitarlos muestra cobardía interior. Cuando una persona soporta con calma una gran desgracia tras otra, la belleza de su alma brilla. Esto no se debe a que no sienta nada al respecto, sino a que es un hombre noble y heroico. La suerte descubre mejor el mal; la desgracia descubre mejor la virtud. La buena suerte es admirable, pero es admirable superar la mala suerte. Esta es una cita de Séneca. Tenga cuidado cuando tenga suerte y tenga paciencia cuando no la tenga. No seas complaciente por la buena suerte y no te deprimas por la mala suerte. Una persona verdaderamente fuerte es buena para encontrar sombras en los buenos momentos y luz en las adversidades, y siempre calibrando sus objetivos.
Si comparas la vida con un automóvil que conduce durante mucho tiempo, inevitablemente encontrarás caminos con baches, caminos llenos de baches, caminos llanos, caminos en mal estado o averías durante el largo viaje. Mientras el conductor persevere y nunca se rinda, seguramente llegará a su destino ideal.