Soy hijo único. ¿Qué pasará con mi familia si muero?
Aunque actualmente estamos en un período relativamente pacífico, la "sangre" de los soldados no puede perderse. Por supuesto, la "sanguinidad" de los soldados no es innata, y mucho menos inmersiva. Entonces, ¿de dónde viene la “sanguinidad” de los soldados revolucionarios contemporáneos? Además de heredar y transmitir los genes del "linaje" transmitidos por nuestro ejército, también debemos prestar atención a los siguientes aspectos.
La educación ideológica debe establecer el "dominio". La guerra y la paz siempre han sido la unidad de los opuestos. La guerra nunca se puede evitar temiéndola o huyendo de ella. Sólo cultivando y moldeando el espíritu dominante de los oficiales y soldados que "se atreven a abrumar a todos los enemigos" podrán mejorar su gran confianza en la victoria.
Cultivo de una alta "moral" en el entrenamiento militar. El espíritu no puede desahogarse. En tiempos de paz, debemos heredar y llevar adelante la excelente tradición de "primero, no tener miedo a las dificultades y, segundo, no tener miedo a la muerte". Es necesario entrenar con dificultad y rigor en el contexto del combate real, apuntar a enemigos poderosos y feroces y abandonar por completo la "arrogancia". Sólo así todos los oficiales y soldados podrán ser fuertes e invencibles.
Destacar el “espíritu asesino” en el entrenamiento conjunto. Debemos centrarnos en los estándares de eficacia del combate, centrarnos en la importancia de un ejército fuerte que pueda luchar y ganar guerras, forjar soldados y generales de élite que estén cerca del combate real y apuntar a los leones del futuro. Sólo así podremos crear un equipo de profesores "malditos" que estén dispuestos a luchar, dispuestos a luchar y seguros de ganar.