Es mejor quejarse que cambiar las 500 palabras del discurso del primer año.
En la vida, a menudo escuchamos a los adultos quejarse sin cesar de esto y aquello. Se quejan del aumento de los precios. Quejarse de los atascos; quejarse de la contaminación del aire; quejarse de la desobediencia de sus hijos... Mírese como un estudiante de primaria que a menudo se queja de cosas triviales. A veces me quejo de que la comida del colegio no es rica; me quejo de que los uniformes escolares no son bonitos; cuando practico caligrafía, claramente no escribo bien, pero me quejo de que las palabras de mi madre no me han afectado; atención cuando practico el piano, pero me quejo de que el ruido afuera es demasiado fuerte. No hice mi tarea, pero me quejé de que el salón de clases era demasiado ruidoso; No obtuvo buenos resultados en el examen, se quejó de no tener suficiente tiempo...etc.
Iré a la estación Shaoke todos los domingos este semestre para estudiar la Olimpiada de Matemáticas. Esta clase tendrá una duración de tres horas. Nunca he tenido una clase tan larga. Recuerdo claramente que cuando salí de clase por primera vez me sentí mareado y no tenía fuerzas ni para caminar. Cuando vi a mi madre parada en la puerta, no pude contener más mi ira. Le grité: "¡Eres todo tú! Tú me pediste que tomara esta clase. ¡Las preguntas son tan difíciles y hay tantas tareas! ¡Estoy agotada! ¡No quiero ir!..." Mi madre no No respondo en ese momento. En casa, mi madre razonó conmigo pacientemente, me consoló y me animó. Ahora estoy acostumbrado. Al ver que todos los estudiantes de la clase estaban de muy buen humor y escuchando las conferencias del maestro con gran interés, me sentí profundamente avergonzado cuando pensé en mi comportamiento en ese momento.
Ahora entiendo esta verdad: en lugar de quejarse ante las dificultades, es mejor cambiar uno mismo. Quejarme no soluciona ningún problema, sólo me molesta más.
Hay un sentimiento que se debe tener, ¡y es la felicidad! Hay un sentimiento que no puedes tener y es el de quejarte. Que cada uno de nosotros partamos de nosotros mismos, esperemos cambiarnos y hacer que nuestras vidas estén llenas de sol.