Mi mente es mi propio artículo de periódico escrito a mano.
La mente es un desierto libre. Arar en primavera y sembrar en verano dará frutos en primavera y otoño. Existe la alegría de las flores que florecen y la alegría de los frutos fragantes. Hace sol y viento, pero, por supuesto, también hay viento y lluvia.
¿Quién es el dueño de este desierto? ¿Quién determina su abundancia y decadencia? ¿Quién decide si está abierto o cerrado? ¿Quién determina su alegría y su tristeza? ¿Quién decidió que cuando el desierto está densamente cubierto de neblina, puede despejar el cielo y despejarlo? ¿Quién decidió que cuando llegue la tormenta se podrá caminar bajo la lluvia y permanecer tranquilo y sereno? ¿Quién determina el momento en que la cosecha es abrumadora, permitiendo al alma sacudirse el polvo y conservarlo puro y puro? ¿Quién decide que cuando hay un distanciamiento entre las personas, primero puede dejar de lado sus preocupaciones, dar un paso atrás y encontrar una armonía y una tolerancia vastas y lejanas?
Por supuesto que soy yo, ¡tengo la última palabra en mi mente!
Puedo hacer que el alma se aleje de la estrechez y avance hacia la inmensidad; puedo hacer que se aleje de la oscuridad y se llene de sol; puedo hacer que se aleje de la vulgaridad y se vuelva sublime. Tengo la capacidad de hacerlo como una perla envuelta en una concha, volviéndose más madura al templarla.
Una mente noble está infiltrada por la cultura y el conocimiento. Como maestros debemos recordar: alimentar el corazón con lectura, alimentar el corazón con bondad, alimentar el corazón con amor, alimentar el corazón con tolerancia y alimentar el corazón con tranquilidad. La mente se volverá noble y hermosa en tranquilidad y paz.
Porque nos preocupamos por el alma, estamos dispuestos a escuchar; porque nos preocupamos por el alma, interactuamos y nos comunicamos; porque nos preocupamos por el alma, tratamos de liderar; El Comité de la Liga Juvenil fundó este tabloide por esta razón. "Spiritual Station" nos permite tomar una siesta, nos ayuda a adaptarnos, nos ayuda a reducir el estrés y resuelve nuestras dudas. Es el hogar espiritual que creamos juntos. Que los manantiales de las almas se reúnan aquí para nutrirse y calentarse mutuamente.