Colección de citas famosas - Frases motivadoras - Palabras escritas por padres a profesores en el Día del Maestro

Palabras escritas por padres a profesores en el Día del Maestro

Las palabras que los padres escriben a los profesores en el Día del Maestro son las siguientes:

1. Una vida de vida ordinaria, una vida de dificultades, dedicando conocimientos en silencio, eres el mensajero de la civilización. , eres un jardinero trabajador, gracias desde el fondo de mi corazón. ¡Te deseo salud y felicidad!

2. Durante el viaje, enriqueciste mi alma, desarrollaste mi inteligencia y encendiste la luz de la esperanza. ¡Gracias maestro!

3. Usa la pluma de la juventud para trabajar duro y escribir sobre la gloria del futuro; trabaja duro para nutrir los pilares, y los melocotones y las ciruelas sonríen con complicidad y sinceramente guían el futuro; con conocimiento; te deseo buena salud y larga vida en el Día del Maestro.

4. Quiero usar un borrador de pizarra para borrar tus arrugas, quiero usar tiza para devolverte a tu erguida juventud, quiero darle un toque a la lámpara que cuelga tarde frente a tu ventana. Beso amoroso, quiero construir una villa para ponerla en Tus ojos cansados.

5. Hoy estoy en un lugar lejano, doblando el ayer que me diste en un barco de la memoria, y dejándolo flotar en el lago del anhelo.

6. Incluso cuando me enfrente a la admiración y los elogios de todos, no me atrevo a ser complaciente, porque siempre estaré sobre tus hombros. Quizás no sea tu alumno favorito, pero eres la persona a la que estaré agradecido por el resto de mi vida. ¡Fuiste tú quien me enseñó a crecer!

7. Cultivas la tierra árida con conocimiento, riegas las terrazas del alma con amor, describes la leyenda de la vida con grandeza y creas la gloria de la vida sin remordimientos. En el Día del Maestro, me gustaría decirles a mis queridos maestros: ¡Gracias por su arduo trabajo!

8. Hace muchos años, la tiza en el podio era tu pasión; las letras rojas en el libro de tareas eran los lemas que escribías. Pero ahora, la tiza te ha manchado las sienes y el rojo se te ha inyectado en sangre en los ojos. Maestro, ¡gracias por su arduo trabajo!