Un poema corto que describe la hierba.
1. Extraño la temporada de ropa fría, pero las flores se marchitan a toda prisa, ¡empieza, hora! Estás asfixiando poco a poco mi invierno. Pobre pasto, ¿estás dispuesto a compartir conmigo el calor de este invierno?
2. El pequeño viento del sur cambia las páginas del color de la hierba, mayo es profundo, y los pájaros vuelan, como un episodio; dices que estás borracho, pero en realidad el sueño apenas comienza; el rocío es como un Grano de inspiración que escupe la noche. Escribimos poemas sobre los bosques en la distancia, sobre dos niños juguetones junto al río, olvidando la puesta de sol detrás de ellos y viendo una oruga trepar lentamente a la cima de la hierba.
3. No pensarás que la hierba del fondo es la más humilde. Ella tiene el sueño de volar por eso hunde sus raíces profundamente en la tierra y trabaja duro hacia el cielo hasta acercarse; el cielo y es aplastada por la despiadada helada otoñal; asesinada se dio cuenta de que era la tierra fértil la que siempre la había amado. A partir de entonces ya no fantaseó con el cielo alto, sino que volvió al origen y dependió de la tierra.
4. Un tren circulaba a toda velocidad por la vía del tren, y el viento aullante que traía hizo que la hierba que crecía junto a la vía cayera hacia un lado involuntariamente, luego la hierba se sacudió unas cuantas veces y volvió a su lugar; postura original. Con el tiempo, la hierba junto a la vía se ha acostumbrado a balancearse en la dirección del tren. Pero sus raíces están firmemente adheridas a la tierra y nunca se mueven.