Lo mejor es utilizar poesía antigua para escribir cosas inolvidables.
Un día, hace un año, caminaba solo por la calle. De repente, un coche eléctrico pasó a toda velocidad y luego una anciana cayó al suelo. El coche eléctrico no se detuvo, sino que se alejó a toda velocidad. La abuela yacía en el suelo gimiendo de dolor. Cada vez más gente miraba, pero nadie la ayudó, ni siquiera yo. Después de un rato, un hombre extraño se acercó y quiso ayudar a la abuela, pero la mano de un hombre lo detuvo. El hombre le susurró: "Te aconsejo que no la ayudes, de lo contrario te culparán". El hombre lo ignoró y decidió ayudar a su abuela. La llevó al hospital.
Después, me culpé por no ayudar a la abuela. Estoy decidido a ayudar a otros en el futuro.
¿No necesita nuestra sociedad personas que estén dispuestas a ayudar a los demás?