Una composición sobre unos Juegos Paralímpicos inolvidables
Anoche fue un día apasionante y apasionante. La ceremonia inaugural de los VIII Juegos Paralímpicos se celebró anoche en el Centro Deportivo Huanglong. Luces brillantes y hermosas actuaciones transformaron el Centro Deportivo Huanglong en una ciudad que nunca duerme.
Después de que los líderes de todos los niveles anunciaran el inicio de los Juegos Paralímpicos, una explosión de hermosa música sonó en mis oídos, acompañada por las olas del río Qianjiang que corrían hacia mí a medida que avanzaba el programa, tal como lo hice cuando. Quedé fascinado por la actuación, de repente, un hermoso sonido de piano vino del escenario y mis ojos vieron al intérprete. Dios mío, no podía creer lo que veía, ese hombre tocaba el piano con los dedos de los pies. Como explicó el comentarista, me enteré de que este joven llamado Liu Wei perdió ambos brazos a causa de un accidente. Pero estaba discapacitado físicamente pero no mentalmente. Después de incansables esfuerzos, finalmente aprendió a tocar el piano con los dedos de los pies. Aunque no pudo darnos un abrazo, abrazó al mundo entero con su música.
Con el paso del tiempo, la ceremonia inaugural de los Juegos Paralímpicos llegó a su clímax, y comenzó la ceremonia de encendido de la antorcha. La antorcha pasó a manos del último portador. Su nombre es Sun Changting y es el campeón paralímpico de jabalina. Luchó duro en el campo y añadió color a los Juegos Paralímpicos a través de sus propias acciones. Hoy será el principal portador de la antorcha para encender la antorcha. Verlo caminar por la escalera de 84 metros de altura del centro deportivo Huanglong no es una tarea fácil para nosotros, la gente normal. Pero Sun Changting usó prótesis de piernas para correr por una escalera tan alta. ¿Qué tipo de voluntad lo está apoyando? Mirar sus pasos vigorosos no puede evitar humedecer mis ojos y agitar mi estado de ánimo. A mitad de la carrera, se detuvo repentinamente en medio de los aplausos de la audiencia, recuperó sus fuerzas y corrió a la cima de la torre para encender la llama.
Mira a esos atletas, los que empujan sillas de ruedas para el relevo de la antorcha, los que sostienen la antorcha con una mano...
Escuchando el tema musical "Todos somos iguales" en mis oídos. No pude evitar sentirme conmovido y sorprendido por su espíritu inquebrantable.