No seas modesto cuando otros te elogien. La humildad es una enfermedad.
¿Cuál es tu respuesta?
¿Tienes miedo? Sólo di, no, no, ¿dónde?
Ganaste un gran proyecto y otros te elogiaron, pero dijiste que fue una casualidad.
¿Crees que esto es modestia? No, es el síndrome del impostor. Era obvio que lo había logrado, pero no estaba dispuesto a admitirlo, e incluso lo dudaba, pensando que era sólo una casualidad.
Escuché que la directora de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, fue elogiada en el baile por su actuación. Su asistente, que estaba esperando, se enojó mucho y le dijo: "Tu actuación fue realmente mala hace un momento".
Todo lo que tienes que hacer es sonreír y decir gracias.
Ayer, cuando charlaba con mis compañeros, ellos también me elogiaron. Al principio quería decir que me reí y me sentí halagado. Más tarde, cuando pensé en este caso, lo admití generosamente y les di las gracias a mis compañeros con una sonrisa.
Este síndrome del impostor se presenta mayoritariamente tanto en hombres como en mujeres, especialmente en mujeres. Quizás a todos nos falta suficiente autoestima para tener confianza.
En lugar de dudar de uno mismo, es mejor admitirlo abiertamente. Reconoce que eres una excelente persona, una excelente persona y una persona exitosa. Las personas que reconocen su identidad harán todo lo posible para hacer cosas que sean consistentes con su identidad, de modo que las personas excelentes sean mejores, las personas excelentes sean mejores y las personas exitosas sean más exitosas.
Así que cuando los demás te feliciten, simplemente sonríe y da las gracias.