50 palabras para no olvidar la humillación nacional
Recomiendo la siguiente frase de 50 palabras para no olvidar la humillación nacional:
1. El sonido de las sirenas, recordando el trágico 18 de septiembre, nos inspira a trabajar duro y acelerar. la construcción de nuestra propia casa. ¡Sólo cuando el país sea próspero y fuerte no se quedará atrás y será derrotado! ¡En el aniversario del Incidente del 18 de septiembre, debemos aprender de la historia y hacer sonar la alarma! ¡Olvidar la historia equivale a traicionar! ¡Recordar la historia, recordar a los mártires, trabajar duro y esforzarse por contribuir al gran rejuvenecimiento de la nación china!
2. Las almas de las víctimas inocentes no estarán de acuerdo, los cientos de millones de chinos no estarán de acuerdo y todos los pueblos del mundo amantes de la paz y la justicia no estarán de acuerdo. Es necesario luchar por la paz y es necesario mantenerla. Sólo cuando todos valoren la paz y la mantengan, y sólo cuando todos recuerden las dolorosas lecciones de la guerra, podrá haber esperanza de paz.
3. El 18 de septiembre de 1931, estalló el Incidente del 18 de Septiembre y el pueblo chino entró en la ardua guerra de resistencia de 14 años. En 14 años, el país se perdió y 35 millones de compatriotas murieron o resultaron heridos. Los sufrimientos del pasado no se pueden olvidar y los sacrificios del pasado no se pueden olvidar. Hoy rendimos homenaje a nuestros compatriotas sólo para estar atentos: no olvidemos la humillación nacional, ¡fortalecémonos!
4. El 18 de septiembre es inolvidable. El enemigo invadió China y causó problemas en el puente Lugou. La historia no se puede olvidar. Revitaliza nuestra gran China. nuestras montañas y ríos llega nuevamente el 18 de septiembre. El día 18 envío mis mejores deseos a mi patria, que sea próspera, próspera, pacífica y pacífica.
5. El rugido del lago Liutiao muestra el corazón lobuno de los invasores japoneses. Ocupar nuestras tres provincias orientales y hacer que nuestro pueblo huya. La guerra de resistencia de ocho años ha ahuyentado al enemigo obstinado y, a cambio de una buena patria, debemos tener en cuenta la humillación nacional y nunca olvidar nuestras raíces, y construir la economía para garantizar la seguridad nacional.
Un país fuerte y un pueblo próspero construirán un mundo, ¡y no se puede subestimar el ascenso de China!