¿Qué debo hacer si tengo malas notas en la escuela secundaria?
Los niños con bajo rendimiento académico en su mayoría carecen de confianza en sí mismos y de iniciativa para aprender.
En este caso, los padres deben concertar un tiempo especial para tener una conversación sincera con sus hijos que les ayude a analizar su situación actual y sus principales problemas de aprendizaje, cómo superarlos y ayudar a sus hijos. Los niños calman la preocupación y el miedo y establecen la creencia básica para ponerse al día y mejorar el rendimiento.
La educación orienta a los niños a intentar con audacia y activamente cosas que antes pensaban que no podían hacer, a creer en sí mismos y en sus propios esfuerzos. No sólo debemos atrevernos a pensar en cuestiones en las que no deberíamos haber pensado antes, sino también practicar con valentía ahora. Cuando un niño puede intentar un poco de éxito y ganar en aprendizaje, su confianza en sí mismo y su iniciativa se estimularán y movilizarán lentamente, y su aprendizaje mejorará gradualmente.
En segundo lugar, dedica más tiempo a tus hijos para ayudarles a corregir sus malos hábitos en estudios anteriores.
Los niños con bajo rendimiento académico generalmente carecen de la compañía efectiva de sus padres y no tienen buenos hábitos de estudio. Se manifiesta principalmente en los siguientes aspectos.
1. Estar aturdido en clase y tener dificultad para concentrarse;
2. Pereza, negativa y falta de espíritu emprendedor; -control e incapacidad para soportar las dificultades;
4. No está interesado en aprender, no es activo, no puede persistir;
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6. Negativo y pesimista, falta de confianza en sí mismo; no le gusta leer, no toma la iniciativa de leer y tiene poco interés;
7. pobre eficiencia en el aprendizaje.
Los padres deben analizar detenidamente los problemas existentes en sus hijos y ayudarles a corregirlos.
No importa lo ocupado que estés en el trabajo o cuántas cosas tengas que hacer, debes hacer lo mejor que puedas para pasar tiempo con tus hijos. Sólo cuando los padres puedan acompañarlos, supervisarlos, ayudarlos y animarlos eficazmente podrán corregir y cambiar realmente estos malos hábitos en sus hijos. Los malos hábitos de los niños requieren una supervisión efectiva de los padres y una supervisión obligatoria para cambiarlos gradualmente.
La formación de un hábito no se puede completar en uno o dos días. Debe pasar por un largo proceso y una persistencia a largo plazo. En este proceso, los padres tienen tiempo para acompañar a sus hijos, porque puede haber muchos factores inciertos en el proceso de formación de hábitos de los niños. Esto requiere que los padres ayuden, apoyen, supervisen y alienten a sus hijos en este proceso, y los acompañen. formar hábitos obligatorios.
En tercer lugar, a los niños se les deben dar consejos positivos y estímulo en todo momento para ayudarles a desarrollar la confianza en sí mismos.
El compañerismo eficaz de los padres no es sólo acompañar a sus hijos, sino también comunicarles su corazón, sus sentimientos y sus pensamientos. En el proceso de acompañamiento, sin importar cuándo y dónde, hay que recordar no dar señales negativas a todos los niños, sino señales positivas.
Es necesario alentar, ayudar, guiar, apoyar, inspirar y motivar a los niños para que obtengan continuamente experiencias exitosas en el proceso de aprendizaje, estableciendo así confianza en sí mismos en el aprendizaje y estimulando el interés por aprender.