¿Qué aspectos se incluyen en la evaluación de los alimentos funcionales?
La evaluación de alimentos funcionales incluye evaluación toxicológica, evaluación funcional y evaluación higiénica.
Alimento funcional, también conocido como alimento saludable, se refiere a un tipo de alimento con funciones nutricionales y de salud específicas, que se utilizan para regular las funciones corporales de grupos específicos de personas.
Los alimentos funcionales tienen funciones nutricionales y de salud específicas, claras y científicamente comprobadas, y son adecuados para diferentes grupos específicos de personas. Según sus distintas funciones, se pueden dividir en alimentos que mejoran la forma física (lácteos, productos apícolas, aceite de hígado de bacalao), alimentos restauradores de la salud (β-glucano, licopeno, isoflavonas de soja), alimentos antienvejecimiento (vitamina E, curcumina, colágeno), etc.
El alimento funcional cumple los requisitos
1. No es tóxico, es inofensivo y cumple con los requisitos nutricionales adecuados.
2. Su función debe ser clara, específica y científicamente comprobada para ser cierta. Al mismo tiempo, su función no puede sustituir la ingesta dietética normal del cuerpo humano ni las necesidades de diversos nutrientes esenciales.
3. Los alimentos funcionales se desarrollan y producen para grupos específicos de personas que necesitan ajustar determinados aspectos de las funciones corporales.
4. No tiene como objetivo el tratamiento y no puede reemplazar el efecto terapéutico de los medicamentos en los pacientes.
Los alimentos funcionales tienen un alcance más amplio, por ejemplo, según su clasificación funcional, se pueden dividir en nutrientes suplementarios, antioxidantes, funciones reguladoras, etc. Según principios activos y valor nutricional, se pueden dividir en. carbohidratos funcionales, alimentos funcionales, etc. Lípidos, ingredientes químicos de origen vegetal, probióticos y otras categorías.