Se desenterró un magnífico ataúd de sangre en Mongolia Interior, se abrió la tapa del ataúd y se filtró un líquido misterioso. ¿Por qué gritan los expertos?
A finales del siglo pasado sucedió algo así. En Tongliao, Mongolia Interior, hay una colina llena de grava. Para extraer grava en esta montaña, el gobierno local se puso en contacto con un equipo minero cercano para volar la montaña.
Inesperadamente, una antigua tumba quedó expuesta accidentalmente en la cima de la colina después de la explosión. Después de verlo, el equipo de exploración se puso en contacto inmediatamente con el equipo arqueológico y los expertos locales. Después de que los expertos llegaron al lugar, inmediatamente llevaron a cabo excavaciones protectoras de la antigua tumba. Inesperadamente, después de adentrarme en la tumba, encontré un hermoso ataúd de sangre en el centro de la tumba. Este magnífico ataúd de sangre roja está tallado con un hermoso fénix. Debes saber que en la antigüedad, era la familia real la que podía ser decorada con fénix. Los expertos especulan que el propietario de esta tumba debe tener una posición destacada.
Los arqueólogos abrieron con entusiasmo los paneles del ataúd para realizar más investigaciones, pero nunca esperaron que un líquido misterioso saldría cuando abrieran el ataúd. Los expertos presentes inmediatamente gritaron: ¡Vamos!
Resulta que estos líquidos son mercurio, y su función en el ataúd es proteger el cuerpo de la descomposición. El componente principal del mercurio es el mercurio, y de repente una gran cantidad de mercurio sale del ataúd. Si accidentalmente ingiere demasiado mercurio, puede poner en peligro su vida, razón por la cual los expertos recomiendan a todos que salgan.
Este mausoleo es muy pequeño Aparte del ataúd rojo y un pequeño número de objetos funerarios, no existen otros hallazgos, ni siquiera epitafios o murales, por lo que es imposible inferir la identidad del propietario de la tumba. la primera vez. Más tarde, los expertos investigaron los registros históricos de Mongolia Interior y descubrieron que se trataba de la tumba de la princesa Luyu, hermana de Taizu de la dinastía Liao. Su marido cometió un gran error y provocó la muerte de la princesa sin los arreglos necesarios para el funeral. Por eso, como princesa abierta, su tumba es muy pequeña y no tiene epitafio.