Acabo de terminar mi entrenamiento de confinamiento a la edad de 27 años y me topé con un muro cuando comencé. Muchos clientes piensan que soy joven y que tal vez no tengo experiencia.
En cuanto a la vestimenta, vístete más maduro y vístete un poco más anticuado. No uses ropa demasiado llamativa, ni maquillaje, ni uñas, ni joyas, solo un anillo de bodas como máximo. También hay un reloj.
En términos de palabras y hechos, habla menos y haz más, porque hablar demasiado conducirá a errores. Pero a la hora de hablar, debe ser sencillo y sin pretensiones. Por ejemplo, puedes hablar sobre recetas nutricionales para mujeres embarazadas como expertos y luego hacerles hábiles demostraciones en persona. Recuerda, es mejor hacerlo cara a cara. No refutes la opinión del cliente sobre ti porque eres joven. En lugar de eso, lo mejor es hablar sobre la experiencia de tu cuñada.
Dale a tus clientes suficiente cara. Lo que quieren es cara y la sensación que les puedas dar. ¿Sabes?
Los clientes quieren a alguien que pueda hacer las cosas bien y que parezca tranquilizador.
Te deseo éxito, hermana mayor. ¿Puedes hacerlo