La primera frase de las ideas de la vida, la más clásica, ¡la mentalidad determina el destino!
1. La vida no cambiará por tus quejas; la vida no cambiará por tu melancolía. Te quejes o no, la vida sigue igual; te preocupes o no, la vida sigue igual. Si te quejas demasiado, estarás preocupado por ti mismo. Si te sientes demasiado melancólico, serás tú quien sufra. Si lloras, la vida no derramará lágrimas; si sufres, la vida no te causará preocupaciones. En ese caso, ¿por qué no sonreír? En este caso, ¿por qué sentir melancolía? En esta vida, sólo hay una vida de felicidad y una vida de tristeza, así que ¿por qué no mirar hacia otro lado?
2. El destino lo crea uno mismo, la apariencia nace del corazón. Todos los problemas de la vida se deben a las enfermedades del corazón. El tipo de estado mental que tengas determinará qué tipo de vida tendrás. Lo que tienes en tu corazón es lo que ves. Si tu corazón está lleno de problemas, entonces lo que verás naturalmente serán problemas; si tu corazón está lleno de felicidad, por supuesto lo que verás también será felicidad; Abra su mente con calma y mire con indiferencia los muchos problemas de la vida, y la felicidad seguramente llegará sin ser invitada.
3. La vida inevitablemente encontrará altibajos. No estés insatisfecho ni resentido por las muchas dificultades de la vida, ni estés melancólico ni deprimido. Ya sea una bendición o un desastre, tenemos que afrontarlo; ya sea bueno o malo, pasará. En lugar de inclinarse y sufrir cargando cargas, es mejor dejar las cargas y disfrutar de la vida, en lugar de quejarse en vano de la injusticia del destino, es mejor afrontar la vida con una sonrisa tranquila y serena; Aprenda a dejarse llevar y el camino de la vida se hará cada vez más amplio.
4. Las personas demasiado obstinadas están destinadas a vivir una vida dura porque se dejan llevar con demasiada facilidad por las emociones de los demás. Las personas que piensan demasiado siempre piensan de forma salvaje y terminan atrapadas en un lío de pensamientos, incapaces de moverse. A veces es mejor tener menos energía que preocuparse demasiado. Sólo tienes un corazón, no finjas demasiado; sólo tienes una vida, no la persigas demasiado. El placer del alma proviene de la riqueza espiritual; la simple felicidad proviene del contentamiento de la mente.