Poesía, prosa y cuentos sobre el patriotismo
¡90 años de altibajos, 90 años de grandes cambios, 90 años de superación continua, idas y vueltas, paso a paso hacia la victoria, paso a paso hacia la gloria!
Quiero alabarte, madre mía.
El polvo de la historia no puede tapar la tormenta del siglo. Una sola chispa puede provocar un incendio en la pradera. Tus innumerables buenos hijos e hijas han sembrado las semillas de la esperanza en el mundo y han comenzado un romance sangriento. En un abrir y cerrar de ojos, han pasado miles de años, la oscuridad y la gloria, la desilusión y el renacimiento, el dolor eterno y el orgullo inmortal recorren este claro capítulo, que es un monumento a su tenaz búsqueda.
A menudo pienso que soy tu hija. Cada vez que pienso en ello, mi sangre hierve y mi amor por ti arde en mi pecho. Como su hija, me siento profundamente honrada, orgullosa de nuestra madre que constantemente busca y progresa, y aún más orgullosa de mí misma por poder dedicarme a la carrera educativa más dedicada. Bajo la bandera del partido, repetí mi juramento innumerables veces: aunque sea sólo un ladrillo, convertiré la patria en un país próspero y fuerte, aunque sea sólo un tornillo, allanaré el camino para la nación; para alcanzar la gloria; aunque sea sólo un tornillo, allanaré el camino para que la nación alcance la gloria. ¡Solo un pequeño trozo de hierba, también quiero dedicar mi vida a la primavera de mi patria! ¡Ahora estoy dispuesto a ser una vela y utilizar una luz tenue para iluminar el camino a seguir para la educación!
Mamá, crecí en tu cálido abrazo y soy muy feliz. También estoy orgulloso de los tiempos en los que vivo. Todos los días, ya sea que entre al salón de clases frente al sol de la mañana o salga del campus bajo el atardecer, cada vez que miro hacia el sol rojo brillante, mi corazón se acelera. Mamá, tu hija es una maestra del pueblo. Siempre he considerado como el mayor honor y la responsabilidad ineludible honrar la educación que usted me brindó. Fuiste tú quien me dio la pasión para realizar mis ideales e inspiró mi estado mental energético. Cuando el potencial de mi vida se realice y produzca plenamente, cuando pueda tener los pies en la tierra y perseguirlo incansablemente. ¡Qué agradecido te estoy, madre mía! Sí, estoy dispuesto a dedicar mi juventud y mi sangre a la causa más bella del mundo. Con esta búsqueda, esta persistencia y esta fuerza, continuaré avanzando hacia nuevas metas y rompiendo olas. ¡Y todo esto es gracias a ti, estoy dispuesto a dar todo lo que tengo por ti, y estoy dispuesto a dejarte ver que tu hija está cumpliendo su promesa por ti!
Mamá, ¿lo has visto? El desarrollo científico es inspirador y la armonía es inspiradora. Bajo la guía de su sol, seguiremos adelante, buscaremos el desarrollo común, mantendremos el ritmo de los tiempos y crearemos brillantez juntos.
Materiales de referencia:
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