Colección de citas famosas - Colección de máximas - ¿Qué es la teología dialéctica?

¿Qué es la teología dialéctica?

Abelardo cree que la tarea principal de la dialéctica no es probar y explicar, sino explorar y criticar. La dialéctica se puede aplicar a la teología porque hay incertidumbre acerca de la fe. Abelardo enumeró 156 temas teológicos en su libro Sí o No. Cada tema tiene opiniones tanto positivas como negativas, que se toman de los escritos de los apóstoles y padres de la iglesia reconocidos por la iglesia y tienen igual autoridad. Estos temas abordan doctrinas y credos fundamentales, entre ellos: ¿Existe un solo Dios? ¿Tiene el hijo un comienzo? ¿Puede Dios hacerlo todo? ¿Dios lo sabe todo? ¿El primer par de ancestros humanos decayó cuando fueron creados? ¿Fue Adán salvo? ¿Son Pedro, Pablo y todos los apóstoles iguales? ¿Es Cristo el único fundamento de la iglesia? ¿Puede la obra de los santos hacer justas a las personas? ¿Debería permitirse a todo el mundo casarse? Espera un momento. Abelardo enumeró opiniones de "sí" y "no" sobre todas estas cuestiones importantes, pero no adoptó una posición. La adivinación de la verdad y la falsedad representa la forma estándar de teología dialéctica. Si bien algunas de las otras obras de Abelardo fueron condenadas por la iglesia, esta obra se convirtió en un modelo a seguir para los teólogos posteriores. Obras clásicas de la filosofía escolástica, como los Cuatro Libros de Proverbios de Pedro de Lombardía, la Summa Theologiae de Tomás, etc. , ambos tienen dos formas: "argumento" y "argumento". Las preguntas incluyen dos opiniones: a favor y en contra. Los argumentos prueban que una opinión es correcta y la otra está equivocada mediante análisis y razonamiento lógico. Sí o no, aunque no hay debate, expresar el tema en forma de desacuerdo ha cumplido el primer y más importante paso de la dialéctica: plantear la cuestión adecuadamente.

En el prefacio de Sí o No, Abella responde a la pregunta de por qué las opiniones autorizadas son contradictorias. Su propósito no es negar la racionalidad de las opiniones autorizadas, sino utilizar la dialéctica para ilustrar una mayor exploración de la racionalidad de las opiniones autorizadas. Dijo que tanto los padres de la iglesia como los apóstoles cometieron errores. Por ejemplo, Agustín escribió la Rectificación para corregir sus errores. Sin embargo, su error no fue causado por la fe. Algunos errores resultan de citar autoridades falsas y confiables o de escrituras bíblicas defectuosas. Esta lección le dice a la gente que todas las obras autorizadas "deben tener plena libertad de crítica sin la obligación de aceptarlas sin cuestionarlas. De lo contrario, todos los caminos de investigación quedarán bloqueados y las generaciones futuras utilizarán materiales excelentes para discutir el lenguaje y cuestiones difíciles". también será quitado”. En cuanto a las razones de las contradicciones entre obras auténticas y autorizadas, Abelard dijo que se trata de la diferente comprensión del lenguaje por parte de las personas y la ambigüedad del lenguaje utilizado en las obras de "El Padrino". Las ambigüedades lingüísticas y los malentendidos resultantes son inevitables:

La misma palabra puede tener diferentes significados, a veces usándose de una manera y otras de otra. Un significado se puede expresar con muchas palabras. Esta condición y expresión anormal obstaculizan seriamente nuestra capacidad de lograr una comprensión total. Como suele decirse, la repetición es la madre del aburrimiento, es decir, engendra un severo disgusto. Por tanto, es mejor expresar todo con varias palabras.

Ya sea para verificar la autenticidad de una obra o para eliminar la ambigüedad del lenguaje, la dialéctica es una herramienta lógica que necesita ser examinada. Utilizar la dialéctica para plantear preguntas en forma de argumentos es el primer paso para comprender las obras de los Padres.

Los teólogos conservadores antidialécticos oponen la fe a la razón, dijo Abelardo:

Si creen que aprender una habilidad es un arma contra la fe, entonces sin duda se niegan a admitir cualquier conocimiento. Porque el conocimiento es la captación de la verdad de las cosas... la verdad no se opone a la verdad. La verdad no se opone a la verdad como el error se opone al error, el bien no se opone al bien como el mal se opone al mal, todas las cosas buenas están en armonía; Todo conocimiento es bueno.

"La verdad no se opone a la verdad" es un lema utilizado para conciliar dialéctica, fe, filosofía y teología, en marcado contraste con el lema de Damián "La filosofía es la esclava de la teología".