¿Cómo responderías a los mensajes de texto enviados por extranjeros?
las montañas son pesadas y el mar profundo por la confianza y dependencia de la abuela. Mi abuela, vestida con una chaqueta acolchada de algodón gris oscuro, me acarició la cabeza con cariño.
Sus manos son grandes y gruesas, y el tiempo ha marcado su dura vida.
Es un camino, pero es su orgullo y orgullo. La abuela cumplió su promesa,
puso un hilo rojo alrededor de mi piercing en la oreja y me puso en su mano de ahora en adelante.
Corazón. Cuando estoy feliz, ella lo sabe; cuando estoy triste, lo comprende.
Ese hilo rojo que sostengo es mi anhelo y apego de toda la vida hacia ella.
¿Cómo puede un corazón contener tantos recuerdos? El tiempo no lo es.
Caminando lentamente, los recuerdos van echando raíces. La infancia se acabó, la edad de la abuela compañera está aumentando rápidamente. Le dije, tú.
Vivirá más de 100 años. La abuela sonrió, feliz y satisfecha.
Cuando dije esto, le di un puñetazo a ella y a su hombro.
Cintura. Yo estoy creciendo y ella se está haciendo mayor. Su cabello es blanco.
El pelo del perro suprime el pelo negro del perro. Tengo muchas ganas de desconectarlos.
Parece que el tiempo se detendrá.
La gran carga académica limita el número de veces que puedo verla.
A veces, no sé si esto me hará arrepentirme de mi elección. Recuerdo
La abuela estaba muy sana, aunque estuvo muy cansada y dura toda su vida.
Sin embargo, mi abuela quería ser centenaria.