Tú eres bueno conmigo y yo soy bueno contigo.
1. Cada vez hay menos personas importantes y las personas restantes son cada vez más importantes.
2. ¿Hay alguna persona en tu corazón que nunca volverás a mencionar pero que nunca olvidarás?
3. Algunas personas dicen que si hay alguna ley sobre el amor es: cuando no lo amas, él te amará.
4. Siempre hay algunas canciones que nos entristecen y nos hacen llorar. Pero, en realidad, no son las canciones en sí las que nos hacen llorar, sino las personas escondidas en nuestros recuerdos.
5. La mejor edad es ese día en el que finalmente sabes y crees firmemente lo bueno que eres. No es fanfarronear, ni exagerar, ni ser elogiado por todos, pero lo sabes claramente en tu corazón: Sí, yo. Soy así de bueno.
6. Si eres bueno conmigo, yo naturalmente seré bueno contigo. Es así de simple.
7. Muchas personas siempre sienten un gran dolor cuando terminan una relación, algunas están deprimidas, otras están locas, otras se humillan. Pero muchos años después, cuando mires hacia atrás, descubrirás lo ridículo que eras entonces. Sólo hay una oportunidad para toda una vida de destino. Si dejas a personas poco confiables, las oportunidades quedarán para aquellos que son dignos de amor. Si no renuncias a tus errores, ¿cómo podrás encontrar los correctos? Así que romper es un favor del destino para ti. Desenamorarse no es dolor, sino suerte.
8. Lo que te pertenece siempre estará ahí, aunque esté lejos; lo que no te pertenece siempre estará fuera de tu alcance, aunque esté al alcance de la mano.
9. La señal de madurez es no poder hablar de grandes cosas, sino que empiezas a comprender las pequeñas cosas que te rodean.
10. Sé que necesitas un abrazo ahora y te lo daré. No tiene nada que ver con la amistad, nada que ver con el amor, nada que ver con la mentalidad, nada que ver con el estatus, nada que ver con la esperanza, nada que ver con la decepción, nada que ver con la creencia, nada que ver con la fe. Sólo quiero decirte: no estás solo.
11. No tienes que pensar que eres la persona más desafortunada del mundo. Hay una amplia zona intermedia entre la felicidad y la infelicidad.
12. La verdadera felicidad está a tu alrededor y en tu corazón. En nuestra vida impetuosa, estamos muy felices, muy tristes o tristes y felices al mismo tiempo. El Zen nos enseña a usar una mente normal. Si tenemos éxito o estamos frustrados, es inevitable en la vida. No hay necesidad de enfadarnos por ello. Si despreciamos la simplicidad, la vida no tendrá tantas preocupaciones. En el ajetreo y el bullicio de la ciudad, siéntese frente a la ventana y beba tranquilamente una taza de té, pasee por el mundo de la música y disfrute solo del aroma del café.