¿Cuáles son las ventajas y desventajas de recaudar fondos con acciones preferentes y acciones ordinarias?
Ventajas de las acciones preferentes:
Carga financiera más ligera. Dado que los dividendos de acciones preferentes no son una deuda legal que la empresa emisora deba pagar, si la situación financiera de la empresa se deteriora, es posible que dichos dividendos no se paguen, lo que reduce la carga financiera de la empresa.
Flexibilidad financiera. Debido a que las acciones preferentes no tienen una fecha de vencimiento final, son esencialmente un préstamo perpetuo. El retiro de acciones preferentes lo decide la empresa, que puede retirar las acciones preferentes en condiciones favorables y tiene mayor flexibilidad.
El riesgo financiero es pequeño. Dado que desde la perspectiva de los acreedores, las acciones preferentes pertenecen al capital social de la empresa, consolidando así el estado financiero de la empresa y mejorando su capacidad para endeudarse, el riesgo financiero es pequeño.
No hay reducción en la rentabilidad de las acciones ordinarias ni en los derechos de control. Las acciones preferentes no imponen restricciones a la participación en las operaciones y gestión empresarial.
Desventajas de las acciones preferentes:
Alto coste del capital. Debido a que los dividendos de las acciones preferentes no son deducibles de los impuestos sobre la renta, su costo es mayor que el costo de la deuda. Ésta es la mayor desventaja de la financiación con acciones preferentes.
Fijación del pago de dividendos. Aunque una empresa no pueda pagar dividendos de conformidad con la normativa, esto afectará a la imagen corporativa.
Ventajas de la financiación de acciones ordinarias:
El capital obtenido mediante la emisión de acciones ordinarias es permanente, no tiene fecha de vencimiento y no es necesario devolverlo.
La emisión de acciones ordinarias para recaudar fondos no tiene una carga de dividendos fija.
El capital obtenido mediante la emisión de acciones ordinarias es la fuente más básica de fondos para una empresa y puede utilizarse como base para otras formas de recaudar fondos, en particular, puede proporcionar protección a los acreedores y. mejorar la capacidad de endeudamiento de la empresa. Dado que las acciones ordinarias tienen rendimientos esperados más altos y pueden compensar el impacto de la inflación hasta cierto punto, el financiamiento de acciones ordinarias puede absorber fondos fácilmente.
Desventajas de obtener capital con acciones ordinarias:
Las acciones ordinarias tienen un mayor coste de capital. En primer lugar, desde la perspectiva de un inversor, invertir en acciones ordinarias conlleva mayores riesgos y, en consecuencia, requiere un mayor retorno de la inversión.
En segundo lugar, en términos de financiación, los dividendos de las acciones ordinarias se pagan con cargo a beneficios después de impuestos y no tienen un efecto deducible de impuestos.
Además, los gastos de emisión de acciones ordinarias son mayores. El precio de mercado de las acciones ordinarias se verá afectado negativamente y los derechos e intereses de los accionistas ordinarios se verán perjudicados.