¿Has trabajado lo suficiente para impresionarte?
1. Si quieres vivir una vida hermosa, debes esforzarte mucho. Si no te quejas, no te rendirás. Olvídese de todas esas excusas de “no hay manera” y apéguese a la razón de “no hay problema”. La vida es una batalla entre uno mismo y uno mismo: que la felicidad venza a la melancolía y que la diligencia venza a la pereza. Dígase a sí mismo: ¡Si trabaja duro, encontrará una mejor versión de usted mismo! Esfuércese hasta que no pueda hacer nada y trabaje duro para moverse.
2. Algunas cosas no persisten sólo cuando ves esperanza, sino que persisten sólo después de que persistes. No importa lo desesperado que estés, no importa lo triste que estés, levántate cada mañana y repítete a ti mismo que el mundo es bueno y poderoso. Cree que eres una persona valiente. Porque vives, vives, sigues avanzando.
Puede que la vida no sea tan buena como crees, pero tampoco será tan mala como crees. Creo que la fragilidad y la fuerza de las personas están más allá de la imaginación. A veces puedo ser tan frágil que rompo a llorar con una sola frase; otras veces me encuentro apretando los dientes y caminando un largo camino;
4. Si sientes que estás trabajando duro en este momento, dite a ti mismo: todos los caminos fáciles son cuesta abajo. Aguanta, porque vas cuesta arriba. Si llega allí, seguramente progresará. Si te quejas del destino, ilumínate: la vida es una excusa para los perdedores, la suerte es una palabra modesta para el éxito. El destino siempre está en tus propias manos, quejarse es sólo un signo de cobardía; el trabajo duro es la actitud ante la vida.
No pierdas la esperanza, nunca se sabe lo que pasará mañana. Muchas cosas son como el clima, frío y calor, y cuando te das cuenta, ya es una temporada. Mientras seas joven, mientras tus sueños sigan ahí, ve a donde quieras ir. Haz lo que quieras hacer ahora.