¿Cuál es el núcleo de la gestión empresarial?
(Traslado) El núcleo de la gestión empresarial es la gestión cultural. La función de la gestión cultural es utilizar los valores fundamentales de la empresa para unir a los empleados, crear la personalidad de la empresa, proporcionar metas, direcciones y motivación para el desarrollo de la empresa y garantizar que la empresa haga lo correcto. Hacer lo correcto es mucho más importante que hacerlo de la manera correcta, porque puedes hacer lo incorrecto de la manera correcta.
Los hechos han demostrado que la búsqueda ciega de la eficiencia no necesariamente conduce a una buena gestión empresarial. Sin cultura, las empresas utilizarán métodos correctos para mejorar la "eficiencia" de hacer cosas incorrectas; sin información, las empresas utilizarán métodos correctos para hacer cosas poco fiables; sin arte, las empresas utilizarán métodos correctos para hacer cosas que apaguen el entusiasmo de la gente. La revista estadounidense "Fortune" publicó una vez un artículo que señalaba que sin una cultura corporativa sólida, sin excelentes valores corporativos, espíritu corporativo y creencias filosóficas corporativas, no importa cuán brillante sea una estrategia de gestión, no tendrá éxito.
La esencia de la gestión cultural es establecer un conjunto de estándares de valores para que la empresa juzgue lo bueno y lo malo de las cosas, el éxito y el fracaso, el bien y el mal para juzgar lo que está bien y lo que está mal; determinar qué cosas se deben hacer y cuáles no para determinar qué cosas son importantes y cuáles son secundarias. Las diferentes culturas determinan los diferentes objetivos de las empresas y la optimización y asignación de recursos, dando forma a las diferentes personalidades de las empresas y la diferente competitividad central de sus productos. La competitividad central de los productos empresariales proviene fundamentalmente de su personalidad cultural más que de las ventajas tecnológicas. Las respectivas ventajas técnicas y las personalidades de los productos de las empresas son el resultado de la búsqueda de una cultura individual.
Entre los elementos que constituyen la cultura corporativa, los valores fundamentales de la empresa ocupan una posición de liderazgo. Los valores fundamentales son el primer estándar de valores utilizado por una organización para juzgar si algo es bueno o malo. Determina la misión, la motivación, la pasión y la cohesión de la empresa. Una vez que una empresa tiene sus propios valores fundamentales únicos, tiene una dirección clara. Los valores fundamentales de una empresa son la base de valor de todos sus conceptos, sistemas y tecnologías. Las ventajas tecnológicas y la competitividad que demuestran son la encarnación concreta de los valores fundamentales de la empresa. Si una empresa quiere ganar competitividad central, debe comenzar por establecer valores fundamentales y construir una cultura corporativa guiada por valores fundamentales. En la cultura corporativa de Volvo, la seguridad es el valor fundamental; en la cultura corporativa de Toyota, la economía y la eficiencia del combustible son los valores fundamentales. Después de que las empresas de nuestro país pasaron por la etapa de otorgar importancia a las finanzas, énfasis en el marketing y énfasis en la tecnología, gradualmente llegaron a la etapa de otorgar importancia a las personas y se dieron cuenta de que los talentos son la base de las empresas. Entonces, ¿cómo unir a las personas y maximizar su potencial? La respuesta es: construir una cultura corporativa guiada por valores fundamentales. Porque la ciencia y la tecnología se pueden aprender, pero los valores fundamentales inherentes a todos los empleados de una empresa y el consiguiente sentido de misión, motivación, pasión y cohesión son difíciles de trasplantar e imitar.
La institucionalización de los valores fundamentales es la clave para formar la cultura corporativa y garantizar que se implemente. Sólo logrando la institucionalización se podrán transformar los valores fundamentales de la empresa en acciones reales de los empleados. La llamada institucionalización es el proceso de transformar los valores fundamentales de una empresa en un sistema de gestión operable para garantizar que se implementen.
La gestión cultural de las empresas es la unidad inherente de la institucionalización cultural y la culturalización del sistema. La institucionalización cultural consiste en transformar los valores fundamentales en sistemas de gestión prácticos y operables. La culturalización del sistema consiste en transformar los conceptos del sistema en el pensamiento, las actividades y los hábitos de los empleados, para que puedan ser reconocidos por los empleados, transformados en valores personales de los empleados y, finalmente, realizado La unidad de los valores corporativos y los valores de los empleados forma el "carácter colectivo" de la empresa, es decir, la cultura corporativa. En este proceso, un paso clave es institucionalizar los valores fundamentales de la empresa.
Los cambios de valores traerán inevitablemente cambios en el sistema de gestión. Sólo sincronizando, coordinando e integrando ambos podremos garantizar la implementación efectiva de la cultura corporativa.