Fermín en "La sombra del viento"
?Fermín vestía pulcramente y hacía un buen trabajo cuando iba a trabajar a la librería. Pero tuvo un problema con el oficial Fumero y tenía cicatrices en el cuerpo por haber sido torturado. Una noche, Fermín perdió el control de sus sueños y se puso histérico en el hotel. La propietaria, la Sra. Enkana, llamó a Daniel y a su hijo, y el Dr. Barlow le inyectó a Fermín un sedante.
Después de que Fermín se recuperó, Daniel lo acompañó a un café de moda para tomar el té de la tarde, y luego al Teatro Femina en la esquina de Parliament Street y Grace Avenue para ver películas gratis. Fermín se enamoró de ver películas y iba al cine todos los domingos.
Una tarde de octubre (1953), Bernarda, la criada de Clara, vino a la librería a comprar un libro como regalo para el cumpleaños de su sobrina.
?Persigue el éxito