Siete versos de personajes
Solo la tristeza sopla como sonido de despedida, mirando hacia atrás a la velocidad de conducir y bailar.
Después de no escribir durante miles de kilómetros, aquí tienes algunas cartas ociosas.
La risa desapareció en el silencio, pero la pasión fue molestada sin piedad.
Hay pocos sauces en las ramas y muchas hierbas fragantes en el mar.
Crecen juntas en la tierra, dos ramas de un mismo árbol. , esperamos volar en el cielo, dos pájaros usando un ala
La puerta está separada por flores, soñando con viejos viajes, el atardecer es silencioso y triste. Una leve fragancia flotó y sus delicados, blancos y delicados dedos abrieron suavemente las cortinas de Xiao Xiao. Caen silenciosos los amentos, que son las lágrimas de dondequiera que os lleve el Dios del mundo. El viento del este por la noche es más frío que en otoño.
Los oropéndolas muertos han caído durante mucho tiempo, las flores de jade están tan borrachas que solo quieren dormir y la ventana refleja el humo del bambú. ¿De quién es el corazón en este momento, escondido solo en la pantalla de pintura, despreocupado, apoyado en la almohada y el moño de Yao? !
La gasa va cayendo, el sol se ha puesto, y salgo a pasear solo, sólo que la hierba es tupida.
La silla de montar dorada y el jade son ligeros y gordos, y el polvo rojo vuela por el camino.
Los pájaros vuelan hacia el oeste desde el río y las flores de loto flotan como un ligero fertilizante.
Las flores caídas y los amentos se van volando, pero todavía amo el árbol. Amar es mejor que recordar el Jardín del Oeste.
El carrete de seda debe ser largo y blanco, y es mejor que la regla de plástico Jin Shujin. Como una cama, las manos de jade son rojas y toda la hierba y las flores se mueven.
La tristeza se puede teñir en cualquier momento, con el sonido de una máquina. La belleza es cuidadosa, suave y el sastre rompe todos los puntos.
En primavera, la gente se disfraza y baila para ti, y las mariposas vuelan y cantan oropéndolas. Hacer una espiral también es sentimental, y también conviene viajar ligero cuando sopla el viento y el sol.
Está manchada de sudor y polvo, por lo que no sirve de nada abrir una nueva. No ves la dificultad de atraer talentos y no te atreves a rendirte y ceder.