No te vayas, mamá. No te vayas, mamá.
Oré a Dios innumerables veces.
No me quites el sol brillante y cálido de mi corazón.
No lo sé, ¿cómo será mi mundo después de perder tu luz?
Mamá, no te vayas.
Recé a los dioses en el dolor.
Que esos ojos familiares y amables
permanezcan en mi vista para siempre
No puedo imaginar una vida sin tu mirada.
Qué doloroso y confundido debo estar.
Mamá, no te vayas.
Yo también quiero tomar tu cálida mano.
A través del viento y la lluvia y la primavera y el otoño
Mamá, no te vayas.
Yo también quiero entrar ahora a la casa.
¿Puedes gritar?
Mamá, ya he vuelto.
Mamá, no te vayas.
Tus ojos persistentes
Las lágrimas que caen al final de esa línea
Todo esto contiene tu preocupación por los niños.
Mamá, no te vayas.
¿Puedes oír a los niños llorar?
Las lágrimas de tristeza se convirtieron en un río inagotable.
Extraño profundamente el río que corre como una orilla reventada.
Nunca lo olvidaremos
En el viaje de la vida, están los esfuerzos de toda la vida de la madre.
Nunca lo olvidaremos
Nuestros corazones voladores están acompañados por una gran madre.
Mamá, no te vayas.
Lo anhelo
En mis oídos
También puedo flotar junto a mi madre tan cálidamente como la brisa primaveral todos los días.
Un recordatorio tan tenue como la lluvia primaveral.
Mamá, no te vayas.
Llamé miles de veces en mi corazón.
Tengo muchas ganas de salvar tu vida
Tengo muchas ganas de sostener firmemente el cálido sol en mis manos.
Permíteme compartir mi alegría después de la cosecha.
Te dejo calmar mi cansancio después de correr.
Lo anhelo
Hay una madre de buen corazón a mi lado para pedir ayuda.
Anhelo
La amable sonrisa de mi madre siempre aparecerá frente a mis ojos.
Mamá, no te fuiste.
Tu voz y tu sonrisa han quedado grabadas en tus ojos.
Mamá, no te fuiste.
Cada vez que sale el sol.
Pensé en mi madre.
Piensa en el amor maternal
En el largo río de mi vida, siempre hay un sol brillante y cálido brillando.
Mamá, no te fuiste.
Cada vez que cae la noche
Habrá una luna brillante junto a la cama.
La alegría de la infancia
El sueño de la juventud
La prosperidad de la mediana edad
Siempre en el camino del cuidado de la madre p>
Mamá, no te fuiste.
El gran amor maternal es como oro fundido en el corazón de un niño