Extractos de versos dorados de "La vida de Milarepa" (2)
1
Nuestra vida es renacer con una actitud constante de empezar. Caminando por el camino por algún llamado interior que sólo tú puedes percibir, no puedes detenerte.
Los sabios siempre han sabido que la acción, y sólo la acción, puede determinar el valor.
Padmasambhava dijo una vez: Aunque nuestra "visión" puede ser tan amplia como el cielo, mi "acción" y mi respeto por la causa y el efecto deben ser tan finos como la harina.
2
Una de las tristes características de la naturaleza humana es que es sensible al propio dolor pero insensible al dolor de los demás.
Debido a nuestras capacidades cognitivas limitadas, sólo podemos ver un fragmento de un continuo causal limitado. Cuando la secuencia de acontecimientos excede nuestro alcance cognitivo actual en términos de espacio o tiempo, habitualmente dudaremos de si todo realmente tiene causa y efecto. Pero debes saber que si quieres comenzar desde el principio, ni siquiera los Arahant con grandes poderes sobrenaturales pueden entenderlo completamente. Sólo aquellos que han alcanzado la Budeidad pueden tener la capacidad de saberlo todo.
3
La práctica es muy importante para purificar el karma y acumular bendiciones. ¿Se puede eliminar el karma estando cómodo? Si la gente corriente quiere alcanzar la liberación y el éxito, debe soportar un poco de dificultad. Incluso con la profunda y vasta sabiduría del Buda, no pudo encontrar una manera para que todos los seres sintientes se convirtieran en Budas fácilmente.
4
Esto no es mío, este no soy yo, este no soy mi yo. Los humanos no somos seres estáticos esperando que sucedan cosas. Todo el mundo es un proceso.
Ser apropiado significa que debemos permanecer atentos y no juzgar o reaccionar fácilmente ante las situaciones. Esta es la esencia de la paciencia.
5
No sólo sé honesto con todas tus acciones de cuerpo, palabra y mente, sino también sé amable contigo mismo. La compasión se dirige no sólo a los demás, sino también a uno mismo, y a uno mismo en primer lugar.
6
Mire su experiencia actual con respeto y con el corazón abierto, respete sus propios conocimientos, no niegue sus defectos y errores, y no pierda el corazón pensando que no valen la solemnidad. Incluso frente a la propia estrechez, indiferencia y caos, uno no olvida estar contento y agradecido.