¡No estés triste ni feliz, no discutas ni te quejes!
Por el resto de mi vida, no quiero ser increíble, ¡solo quiero estar tranquilo, en paz y saludable! Quien ha estado trabajando duro, déjate detener, tómate un descanso y ámate a ti mismo. Nada te pertenece y nadie estará siempre contigo excepto tú mismo. Ya no te preocupes siempre por los demás, ignórate, ya no te pierdas por los demás, ámate bien y quédate contigo mismo por más tiempo.
Durante el resto de los días, solo quiero sentirme a gusto, dejar ir toda la infelicidad y dejar ir toda la insatisfacción. Nadie es su propio salvador. Él es su propio barquero, cruzando el río con alegría y tristeza sin depender de nadie. Sólo cuando tienes una mente tranquila, no tienes deseos y estás tranquilo y sereno podrás controlar tus emociones y no sentirte herido ni afectado por las discusiones y quejas. El color único del subidón vivo es fresco y elegante, tranquilo y exuda una ligera fragancia.