Poesía en la librería en un día lluvioso
En la librería, en un día lluvioso, las flores florecen en la cortina de lluvia y las gotas de lluvia golpean suavemente la ventana. Los libros en el estante exudan el encanto de la tinta.
La lluvia ha arrastrado el polvo de la ciudad, dándole a la biblioteca un diseño tranquilo. Siéntate tranquilamente en un rincón, siente el poder de las palabras y baila con el viento.
En la librería se respira el aliento del conocimiento, y cada libro es una inspiración para el alma. De lo antiguo a lo moderno, de lo clásico a lo popular, cada página contiene los misterios de la sabiduría.
Aquí el tiempo parece haberse detenido en compañía de los libros, disfruta de un momento de tranquilidad, olvídate del mundo complicado, olvida los rastros de los problemas y deja que tus pensamientos vaguen libremente en los capítulos.
El aire de la librería se llena de poder mágico, las palabras y el alma se mezclan en un festín poético, las gotas de lluvia golpean las ventanas y las emociones impresas en el papel se convierten en hermosos poemas modernos.
En la librería bajo la lluvia, abracé la poesía y escribí mi vida con palabras. Creé mis propios poemas en la cortina de lluvia, permitiendo que mi alma fuera libre en la librería.
Poesía moderna que describe la lluvia
Llovizna en el campo
Ese día, lloviznaba en el cielo y tú y yo nos encontramos en el campo.
Ese año, cuando caminaba por el camino rural, simplemente sonreí cuando te conocí.
Ayer no llovió ligeramente, pero me pareció ver esa figura familiar.
Lluvia, hoy, por fin ha llegado la lluvia primaveral, lluvia ligera, chubascos, lluvia moderada, veo una figura familiar bajo la lluvia, ¡eres tú! ¡Te entendí!
Tingting, me dejaste ver el hermoso paisaje bajo la lluvia y me hiciste reír contigo. ¡Al mismo tiempo, quiero agradecer a la ligera lluvia en el campo por permitirme conocerte!
La lluvia vuelve a ser así.
Es ese tipo de lluvia otra vez, un poco verde, un poco sutil. Un poco flotando, con la pura tranquilidad de una niña.
Es esa lluvia otra vez, un poco fina y débil. Balanceo imparable, con una especie de miedo ignorante a una chica.
Estaba inestable y cayendo. Dondequiera que vaya el viento, ella va.
Es como una hija recién casada, incapaz de ocultar su nostalgia por la madre que la creó.
Ella es como las flores en flor y los huesos, que no pueden evitar anhelar los colores fragantes e impecables.
Finalmente, besó la tierra con su vida, y la tierra todavía estaba tan tranquila.