1. Sexo y amor en línea

Internet es la cristalización excepcional de nuestra era de la información. No sólo construye un puente de comunicación para nosotros, sino que también es una forma rápida de comprender el mundo exterior. Con la popularidad de Internet, la edad de los usuarios de Internet es cada vez más joven. Para los adolescentes con hormonas en aumento, el sexo y el amor son misteriosos y están envueltos en todo tipo de incógnitas. Pero en la era actual de Internet, una gran cantidad de películas pornográficas que circulan en Internet se han convertido en un canal conveniente para que los adolescentes de hoy accedan al conocimiento sexual, lo que hace que los valores sexuales irreales de las películas pornográficas se transmitan al cerebro de la audiencia.

Desde un punto de vista secular, la cultura pornográfica casi no se reconoce. La gente suele interpretar esta palabra como obscena, sucia, indecente y otros malos significados. Sin embargo, este tipo de cosas que parecen no ser aceptadas por la sociedad de masas continúan desarrollándose y generando ganancias. Según las estadísticas, la industria de la pornografía es la de más rápido crecimiento en los Estados Unidos, con ganancias anuales de 15 mil millones. Detrás de estas asombrosas cifras, ¿qué impulsa el desarrollo de la industria pornográfica de la que la gente parece burlarse? Sin la búsqueda de la cultura del porno por parte del público, la industria del porno no tendría la oportunidad ni la necesidad de desarrollarse. Los estudios han demostrado que los cerebros masculinos de hoy se reorganizan de una manera nueva, que en realidad es inseparable de la desenfrenada y de mala calidad industria de la pornografía actual. Con el desarrollo tan desenfrenado de la industria del porno, el porno casi se ha convertido en el plan de estudios de educación sexual actual. Incluso han entrado en el conocimiento de los adolescentes de hoy antes de la educación sexual formal, lo que ha afectado nuestra correcta educación de género. Debido a que están adoctrinados por pensamientos sexuales en Internet, muchas personas no pueden distinguir entre la vida real y la pornografía virtual. Entonces, ¿la vida imita al arte, como decía Oscar Wilde, o es al contrario, el arte imita a la vida? Sí, es hora de que cambiemos el porno.

Además de los aspectos del sexo que habitualmente reconocemos, otro lado negativo del sexo: el porno de venganza, también merece nuestra atención. Se entiende que una de cada 25 mujeres afirma haber sido afectada por el porno de venganza, pero es difícil para las víctimas defender con éxito sus derechos bajo la influencia del porno de venganza. Esto nos hace considerar seriamente la necesidad de que el sexo y el amor en línea estén sujetos a una supervisión legal de alta intensidad.