Libros antiguos estudian la dieta
Los estudiosos pertinentes también han confirmado que la saciedad puede inducir una sustancia llamada factor de crecimiento de fibroblastos en el cerebro. Después de tener el estómago lleno, su contenido en el cerebro aumenta decenas de miles de veces en comparación con antes de comer, y el aumento es proporcional a la cantidad de comida ingerida. Se ha demostrado que este factor de crecimiento de fibroblastos es el culpable de la arteriosclerosis cerebral, que está estrechamente relacionada con la enfermedad de Alzheimer. Los estudiosos también han descubierto un hecho sorprendente: alrededor del 20% de los pacientes con Alzheimer eran "amantes de la comida" cuando eran jóvenes. Éste es el peligro de la saciedad.
Por lo tanto, si quieres tener un cuerpo sano, debes desarrollar buenos hábitos alimenticios: comer ocho veces más y ralentizar el proceso de envejecimiento del cerebro ajustando la ingesta de alimentos.
El patrón de alimentación de las personas a partir de la mediana edad debería ser "ovejas comiendo hierba". Comen un poco cuando tienen hambre y su tracto gastrointestinal permanece hambriento. El profesor Li Ruifen, un famoso nutricionista de mi país, resumió el secreto: "Coma más comidas al día, coma menos cuando tenga hambre y coma muy poco". Sólo así podremos retrasar el envejecimiento y prolongar la vida.
Estos son los peligros de la saciedad. Comer en exceso es un muy mal hábito alimentario. Con frecuencia, no comer lo suficiente afectará la salud de su tracto gastrointestinal y su acumulación de grasa, lo que lo pondrá en riesgo de aumentar de peso. Por eso, para nuestra salud, es mejor comer con moderación y no excedernos a la hora de comer. Comprender algunos tabúes dietéticos puede resultar de gran ayuda para desarrollar hábitos alimentarios saludables.