Colección de citas famosas - Consulta de diccionarios - ¿De dónde viene la alusión histórica "El emperador no tiene prisa, pero el eunuco sí?"

¿De dónde viene la alusión histórica "El emperador no tiene prisa, pero el eunuco sí?"

En la vida, a menudo escuchamos el dicho "El emperador no tiene prisa, pero el eunuco sí". Ahora bien, esta frase significa que alguien no tiene prisa por resolver sus propios problemas, pero que las personas irrelevantes que lo rodean están realmente ansiosas por él. Tiene un significado ridículo y despectivo. Pero la mayoría de la gente no conoce el origen histórico de esta frase ni sabe qué le preocupa al eunuco. Déjame informarte a continuación.

En la antigüedad, el emperador era el rey supremo, pero aun así, el emperador no podía hacer lo que quisiera y no tenía control sobre su vida sexual. Estos están dispuestos y regulares, es decir, obedecen a la supervisión y disposiciones de los eunucos. Por supuesto, estas reglas no sirven de nada para algunos emperadores disolutos. En la dinastía Qing, cuando el emperador Qianlong y sus concubinas tenían relaciones sexuales, los eunucos escuchaban a escondidas afuera.

Estos eunucos no actúan precipitadamente, sino que están cumpliendo con sus deberes. Querían saber si el emperador había hecho lo que tenía que hacer. Cuando el eunuco se enteraba de que el emperador había dado por terminado el día, gritaba "¡Es hora!" El propósito de esto es permitir que el emperador termine con esto rápidamente y no enredarse en la belleza. El emperador no estaba dispuesto a irse, por lo que el eunuco seguía gritando que el emperador había terminado.

Estos eunucos se atrevieron a hacer esto porque había regulaciones en el palacio Qing que decían que el emperador y sus concubinas no podían tener relaciones sexuales durante más de una hora. Cuando llegue el momento, el eunuco gritará en la puerta para pedirle al emperador que termine rápidamente. Ellos deben hacer lo mismo. Si no lo hacen, incumplen sus deberes y serán sancionados en consecuencia. No quieren ser castigados. Aunque hacerlo a veces hacía infeliz al emperador, el emperador no podía decir nada.

De aquí el origen del dicho “El emperador no tiene prisa, pero el eunuco sí”.