En la historia, la ética y la moral siempre han sido contrarias al desarrollo de las tendencias históricas.
El desarrollo y el progreso histórico siempre requieren que alguien pague un precio.
Desafortunadamente, los pueblos de Asia, África y América Latina siempre han pagado el precio de esto, y relativamente menos en Europa, especialmente después de la Revolución Industrial en Europa. Porque si quieres progresar, inevitablemente tendrás muchos problemas, como cambios en la fuerza laboral, la producción y las relaciones de producción. Hay un precio que pagar todos los días y es simplemente imposible de alcanzar.
Este siempre ha sido el caso de la humanidad en el camino hacia el futuro, y también es cierto hoy en día. Si la sociedad quiere progresar, inevitablemente perderá los intereses de algunas personas, incluso los intereses de muchas personas. Por ejemplo, durante la reforma y apertura, el país planteó el lema “Dejemos que algunas personas se enriquezcan primero”. Entonces el precio de los que se han hecho ricos debe ser el de los que no se han hecho ricos. Esta contradicción siempre existirá, pero nuestra sociedad ha progresado gracias a esto, y es por eso que hemos logrado los logros de hoy.