Colección de citas famosas - Consulta de diccionarios - No se puede comer en el museo. ¿Por qué?

No se puede comer en el museo. ¿Por qué?

Los museos generalmente estipulan que no se puede comer ni beber en la sala de exposiciones, pero sí se puede comer y beber solo en el área de descanso público o en el restaurante. La sala interior del museo es un lugar serio y es de etiqueta básica no comer en el museo. Además, los residuos de comida se caerán al comer en el museo. Si no se limpian a tiempo, pueden atraer cucarachas, moscas, ratones, etc. , dañará las reliquias culturales y las exhibiciones del museo.

Una vez que quedan restos de comida u olores en la sala de exposición, es difícil garantizar que no entren insectos o ahuyentar a los ratones. Si algo sale mal, será necesaria una serie de operaciones de desinfección. Generalmente no nos damos cuenta de los grandes museos que están relativamente limpios. Si vas a locales pequeños de pueblos y ciudades, podrás ver vitrinas que están en ruinas. Comer en un espacio reducido también puede provocar cambios en la humedad del aire, lo que dificulta la protección de las reliquias culturales.

Comer en lugares públicos es una señal de falta de respeto hacia los demás y una señal de baja calidad de la persona. Además, lugares como los museos deberían respetar las reliquias culturales y la historia. Comer es una señal de falta de respeto a la historia. No hay botes de basura en la sala de exposiciones, por lo que es difícil deshacerse de la basura después de comer. Por lo general, a la gente no se le permite comer en grandes ocasiones ornamentales y elegantes. Cuando entramos en un museo, debemos visitarlo de forma civilizada. Después de todo, un museo es un lugar serio. Algunas colecciones de museos están inherentemente desnudas, especialmente los grandes artefactos de piedra. Muchos están simplemente acordonados y no tienen cubiertas de vidrio, por lo que sería muy problemático si se derramara comida o bebida. Muchos museos son ahora muy fáciles de usar y puedes comprar agua en algunos restaurantes pequeños. En teoría, cualquier alimento que entre en la sala de exposiciones es peligroso. Por tanto, es de sentido común no comer en los museos. Comer en su interior provocará una serie de problemas.