Oraciones tristes en chino clásico
La vasta tierra puede ser destruida con una sola espada, donde caerán la música y las canciones bulliciosas. Apoyadas contra las nubes, miles de vasijas ocultan mi soledad, aunque otros se rían de mí en vano.
Permítele ser puro y turbio en todo, y caerá en la reencarnación sólo por tu sonrisa.
Te envío una canción, no importa dónde estés al final de la canción.
Quien quemará el humo y esparcirá las ataduras de ataduras verticales y horizontales.
Escucha la cuerda rota y corta esas tres mil obsesiones. Las flores que caen desaparecen y el viento desaparece. Si la flor se compadece, cae en la punta de los dedos de quién.
Hay árboles en las montañas, y los árboles tienen ramas, pero me alegro por ti, pero no lo sabes.
Quien se olvida, olvidará primero. El país derrocador es la patria. Ling Ling se negó a jugar y las sombras eran sorprendentes.
En el pasado, había edificios de gran altura donde la gente podía cantar por la mañana y por la noche, y había mangas de baile que cautivaban la ciudad y el país.
Cuando todas las flores flotantes y las olas se hayan ido, estaré a solas contigo.
Una vez pasada la primavera, la belleza envejecerá, las flores caerán y la gente morirá.
El agua quieta fluye profundamente, y el sonido de la música reproduce canciones; en tres vidas, las nubes y el sol crecen y menguan, y las alegrías y las tristezas de un día se unen.
Las luces brillan, las voces son tenues y las canciones son infinitas.
Como una hermosa familia, los años pasan como un tiempo fugaz. No podemos volver al pasado, pero no podemos volver al principio.
Nubes oscuras cubren la luna y no hay rastros de personas. Es indescriptible estar tan solo.
Esta vez te dejé, fue viento, lluvia y noche; tú sonreíste, agité mi mano, y un camino solitario se extendió a ambos extremos.
A medida que pasa el tiempo, el amor nunca termina. El corazón es como una doble malla con miles de nudos.
Parece que no son las estrellas de anoche, para quienes el viento y el rocío representan la medianoche.
Diez años de vida y muerte son sin límites, sin pensar ni olvidar, a miles de kilómetros de distancia en una tumba solitaria, sin lugar donde expresar la desolación.